Kvaratskhelia celebra su gol, que era el 1-0 del Nápoles al Torino, en el estadio Diego Armando Maradona.

Desde la llegada del nuevo timonel, Francesco Calzona, el equipo de fútbol italiano, el Nápoles, ha experimentado un cambio notable en su rendimiento. Aunque Calzona se unió al equipo sólo unas horas antes del duelo de ida de la Champions, logró llevar a su equipo a un empate 1-1. Este resultado, aunque no una victoria, es un notable salto de calidad para un equipo que ha estado buscando su identidad.

Calzona tomó las riendas del equipo tras la salida de Mazzarri, quien a su vez había sucedido a Rudi García. Desde entonces, el equipo ha jugado cinco partidos, obteniendo tres empates y dos victorias. Estos resultados han llevado a los fanáticos y a los medios de comunicación en el sur de Italia a denominar este período como «la tercera era», un cambio bienvenido después de lo que algunos consideran una disminución en la calidad del equipo tras la primera y la segunda era, durante las cuales el equipo ganó el scudetto bajo la guía de Spalletti.

«Soy el director técnico del Nápoles, un equipo fuerte. Iremos a por el partido, sin miedo a un rival también fuerte como es el Barça», declaró Calzona tras el empate en casa contra el Torino. Esta declaración refleja la confianza renovada del equipo bajo su dirección.

Una de las estrellas del equipo, Kvaratskhelia, ha estado en plena forma, anotando cuatro goles en los últimos tres partidos. Su excelente gol en el minuto 61 fue contrarrestado casi inmediatamente por Sanabria en el minuto 64. A pesar de este empate, el Nápoles sigue manteniendo su objetivo de entrar en Europa, aunque sea por una puerta secundaria. La zona Champions está actualmente a siete puntos del Nápoles.

El próximo desafío para el equipo es el duelo del martes en Montjuic. Un desafío para el que Calzona no sólo tiene como objetivo llevar a su equipo a los cuartos de final, sino también sellar su portería, algo que no ha conseguido desde que se sentó en el banquillo partenopeo.

El Nápoles ha empezado a conceder menos goles, aunque sigue siendo vulnerable a los ataques rápidos y precisos de los equipos rivales. El último partido contra el Torino es un claro ejemplo de esto: el Nápoles permitió 11 tiros, sólo dos a puerta y un gol. Sin embargo, la mejor noticia para el equipo es el regreso a la mejor versión de Kvaratskhelia. El jugador georgiano ha anotado 10 goles en la Serie A y ha dado cuatro asistencias, lo que representa un problema para cualquier defensa, incluyendo la de Xavi.

En definitiva, el Nápoles está experimentando un renacimiento bajo la dirección de Francesco Calzona. Con jugadores como Kvaratskhelia en plena forma y un equipo que está cada vez más cohesionado y confiado, el futuro parece prometedor para este histórico equipo italiano. Aunque todavía queda camino por recorrer para alcanzar los objetivos de la temporada, el Nápoles está demostrando que tiene la habilidad y la determinación necesarias para hacer frente a los retos que se le presentan.