El reciente partido de la Champions entre el Real Madrid y el RB Leipzig ha dejado un sabor agridulce tanto en el equipo como en su afición. A pesar de haberse clasificado para los cuartos de final, el rendimiento del equipo y la estrategia del entrenador Carlo Ancelotti han sido duramente criticados.
Ancelotti había decidido alinear a cinco centrocampistas, entre ellos Kroos, Tchouaméni, Camavinga, Valverde y Bellingham, con la intención de preservar la ventaja de un gol lograda en el partido anterior en Alemania. Sin embargo, esta estrategia no funcionó como se esperaba. El equipo alemán pudo haber dado la sorpresa y acabó dominando en gran parte del partido.
El público del Bernabéu no entendió la táctica de Ancelotti y mostró su enfado con una sonora pitada al final de la primera parte. El Real Madrid se fue al descanso sin haber generado ni una sola ocasión clara de gol. Este hecho es inusual para el club, especialmente en un partido de la Champions, competición que es muy valorada por los madridistas.
Ancelotti admitió tras el encuentro que quizás se había equivocado en la alineación. Asegura que la idea era tener un centrocampista adicional para presionar más arriba y evitar contragolpes y transiciones. Pero la realidad fue que el equipo no fue capaz de presionar arriba y tuvo que sufrir bastante durante el partido.
El entrenador italiano no se escondió y reconoció que el equipo necesitaba más intensidad y energía. Aseguró que no volvería a repetir la misma alineación y que tendrían que evaluar bien lo que no habían hecho bien.
Ancelotti decidió hacer cambios en la segunda parte. Rodrygo entró al campo en lugar de Camavinga, quien había perdido varios balones durante la primera parte. El entrenador justificó este cambio como una decisión táctica.
El gol del Real Madrid llegó de las botas de Vinicius. El brasileño, que estuvo a punto de ser expulsado por una acción polémica, marcó el único gol del partido. Ancelotti defendió a su jugador asegurando que la jugada del gol había sido espectacular y que no le parecía que la acción mereciera tarjeta roja.
El RB Leipzig demostró ser un rival a la altura, a pesar de que le faltó experiencia y algo de suerte. Su entrenador, Marco Rose, se mostró satisfecho con el rendimiento de su equipo.
A pesar de la victoria, el Real Madrid sabe que tiene que mejorar su rendimiento si quiere tener opciones de ganar la Champions. Ancelotti aseguró que la afición siempre ha apoyado al equipo y prometió un ambiente espectacular en los cuartos de final. Sin embargo, este partido ha servido como un claro aviso para el entrenador italiano.