Sede de Cepsa.

La compañía petrolera española Cepsa experimentó un cambio drástico en sus números el año pasado, registrando unas pérdidas netas de 233 millones de euros, en contraste con los beneficios récord de 1.100 millones de euros obtenidos el año anterior. Este revés financiero se atribuye a varios factores, incluyendo el cambio de valor en los inventarios de la empresa, la venta de activos petroleros en Abu Dhabi y, sobre todo, el impacto del nuevo impuesto a las grandes energéticas aprobado por el Gobierno español.

Este nuevo impuesto ha afectado significativamente a las cuentas de Cepsa, obligándola a pagar un 1,2% de sus ventas del año 2022, lo que se traduce en un desembolso de 323 millones de euros. Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, ha criticado abiertamente este impuesto, calificándolo de «mal diseñado» y alegando que grava los ingresos en lugar de los beneficios de las empresas.

Cepsa, que es controlada por el fondo soberano de Abu Dhabi, Mubadala, y el fondo de inversión Carlyle, ha intentado combatir este impuesto llevándolo a los tribunales. Mientras tanto, el Gobierno español está estudiando la reforma de este impuesto y su posible permanencia, aunque con ajustes para permitir la deducción de todas las inversiones verdes de los grandes grupos.

A pesar de este panorama financiero desfavorable, Cepsa ha destacado su contribución fiscal total de 5.529 millones de euros en impuestos en 2023, de los que 4.150 millones de euros (el 75% del total) se pagaron en España. En palabras de Wetselaar, la «robusta política financiera de Cepsa proporciona una base sólida para financiar nuestra transformación y seguir construyendo sobre el significativo progreso conseguido hasta la fecha».

Por otro lado, la compañía ha registrado un beneficio neto ajustado de 278 millones de euros tras la venta de los activos de Abu Dhabi. Este número representa una caída del 65% en comparación con los 790 millones de euros obtenidos en 2022. La producción más baja tras la venta de estos activos en Oriente Medio también ha contribuido a una reducción del 52% en el resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado.

A pesar de estos desafíos, Cepsa ha destacado la resiliencia de sus negocios, lo que le ha permitido obtener un flujo de caja operativo de 1.126 millones de euros en 2023. Esta cifra, aunque inferior a los 1.549 millones de euros de 2022, habría sido similar sin el impacto del impuesto extraordinario y a pesar de la venta del negocio petrolero en Abu Dhabi.

Como parte de su estrategia de futuro, denominada Positive Motion, Cepsa está emprendiendo un giro verde crucial. Esta estrategia implica la transformación de la petrolera en un grupo multienergía que apuesta por la descarbonización total de sus negocios. En este sentido, la compañía está impulsando proyectos estratégicos en España, como la construcción de una planta de biocombustibles de segunda generación en Huelva y el ‘macroproyecto’ del Valle Andaluz del Hidrógeno, con instalaciones en Cádiz y Huelva.

En el marco de esta reconversión verde, Cepsa busca cooperar con el Gobierno español para generar un marco regulatorio y los incentivos necesarios para impulsar la revolución del hidrógeno verde en el mercado español.

Por último, Cepsa también ha destacado su creciente inversión en energías sostenibles, que pasó del 23% en 2022 al 40% de los 732 millones de euros invertidos en total en 2023. Asimismo, la empresa ha logrado reducir sus emisiones de CO2 en un 28% en tan solo dos años.

Por Daniel