El IVA de la factura de la luz vuelve al 10% en julio
En una economía cada vez más interconectada, los cambios en las tasas fiscales pueden tener un impacto significativo en la vida cotidiana de los consumidores. Recientemente, se anunció oficialmente que el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de la factura de la luz en España volverá al 10% en julio. Este cambio se produce después de un incremento significativo del precio de la luz, que llevó a la electricidad a cerrar junio a una media de 56,08 euros en el mercado mayorista, un 84% más que el mes anterior y cuatro veces más caro que en abril. Este fue el mes más barato de la historia, y a pesar de este récord, la tendencia ahora es hacia el aumento.
El precio de la luz: una cuestión de oferta y demanda
Los precios de la electricidad son un reflejo de la oferta y la demanda en el mercado energético. En el caso de España, el Gobierno decidió establecer un IVA rebajado al 10% sobre el recibo de la luz durante todo 2024, siempre y cuando el precio del megavatio-hora en el mercado mayorista se situara por encima de 45 euros. Si el precio se mantenía por debajo de ese listón de 45 euros, se aplicaría el IVA original del 21% en el mes siguiente.
Sin embargo, después de cuatro meses con el IVA al 21% – debido a que la electricidad en febrero, marzo, abril y mayo tuvo un coste inferior a 30 euros -, en junio, el promedio del precio mayorista ha ascendido hasta los 56,08 euros por megavatio-hora, un 84% más que el mes anterior, según los datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico (OMIE). Este incremento sitúa el precio por encima del umbral de 45 euros de referencia, lo que se traduce en la caída del 21% al 10% del IVA en las facturas de la luz de julio.
Implicaciones para los consumidores y las empresas
Este cambio afectará al grueso de los 28 millones de pequeños consumidores en España, tanto a aquellos con tarifa libre (19,6 millones) como a quienes tengan tarifa regulada, conocida como Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor o PVPC (8,5 millones). Además, este domingo finaliza la rebaja del resto de gravámenes que afectan a la factura de la luz. Esto implica que el impuesto especial sobre la electricidad pasará del 3,8% al 5,11%; mientras que el impuesto sobre el valor de la producción eléctrica, que afecta a las compañías eléctricas, pero estas revierten a los usuarios a través de la factura, pasará del 5,25% al 7%.
Esta variación impositiva puede suponer una rebaja en el recibo de electricidad de los consumidores de 4 euros al mes, en el caso de un usuario con un consumo mensual de 190 kilovatios-hora y una tarifa fija de 0,14 euros por kilovatio-hora, según la comparadora de ofertas de servicios para el hogar Selectra.
Factores determinantes de los precios de la electricidad
El motivo de la subida del coste de la electricidad en el último mes se debe a la falta de viento y el encarecimiento de la generación con agua, habitual en esta época del año en la que hay mucha agua embalsada, pero ninguna urgencia por darle salida (no hay lluvias intensas que desborden los embalses), que es lo que deprime los precios. Y aunque el sol, propio del verano, hunde los precios en determinadas horas, no hay potencia instalada suficiente de placas solares para igualar la demanda.
La tendencia de los próximos meses, a tenor de los precios de la electricidad del mercado de futuros (donde los ‘traders’ compran electricidad que se entrega en un periodo distinto y que sirve de reflejo del coste de la electricidad en ese periodo) que se sitúan entre los 76 y los 86 euros de julio a diciembre, según los datos de Omip.
Simultáneamente, a partir de este lunes 1 de julio también baja el IVA del aceite de oliva, que se mantendrá en el 0% hasta el 30 de septiembre, igual que el resto de alimentos básicos, como el pan, los huevos, la verdura o la fruta. Además, el IVA de la pasta y de los aceites de semilla (como el del girasol) se mantendrá rebajado en el 5% hasta el 1 de octubre. A partir de enero, el Ejecutivo prevé que todos los productos recuperen su gravamen originario -del 4% en el caso de los básicos y del 10% para las pastas-, a excepción del aceite de oliva que pasará a formar parte del grupo de alimentos con tipo superreducido, en vez del tradicional 10% al que estaba sometido.
