La Conselleria d’Acció Climàtica de Cataluña ha logrado un avance significativo en las negociaciones con los agricultores catalanes, que han estado en protesta en varios puntos de las carreteras catalanas desde el martes. Los agricultores han decidido levantar las concentraciones antes de la próxima medianoche tras un compromiso de la Conselleria de establecer una mesa de trabajo que se reunirá de manera permanente. Esta mesa contará con la participación de todas las organizaciones que representan al sector agrícola.
Además, se anunció que las asociaciones agrarias podrán intervenir en el pleno monográfico que el Parlament dedicará a la agricultura la próxima semana. Esto se suma a la voluntad de la Conselleria de acelerar los pagos de las ayudas pendientes por la sequía del año pasado. La reunión de más de cuatro horas que tuvo lugar este jueves incluyó al conseller David Mascort y representantes de la Unió de Pagesos (UP), Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) y la plataforma Revolta Pagesa.
El encuentro ha sido valorado muy positivamente por ambas partes y ha abierto la posibilidad de un cambio en el nombre del departamento. Según Mascort, el nuevo nombre «incluirá de algún modo las palabras Agricultura o Pagesia». Además, Acció Climàtica ha accedido a ofrecer más ayudas para hacer frente a la sequía y complementar las subvenciones ya en marcha para los cultivos de herbáceos, uno de los sectores más afectados por la falta de agua.
El conseller Mascort también ha aceptado abordar una «reorganización» del área de Abastecimiento de Agua de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), una de las principales reclamaciones de los agricultores. «Debemos trabajar para que la ACA tenga más sensibilidad hacia la agricultura y ganadería«, dijo Mascort. Además, se comprometió a trabajar para ampliar la representación del sector primario en el consejo de administración de la ACA.
Estos compromisos no implican, según el conseller, el cese del director de la ACA, Samuel Reyes, ni del responsable del área, Jordi Molist, cuyos cargos habían sido solicitados por los activistas de la Revolta Pagesa.
Entre otras demandas, los agricultores también han pedido que se revierta en el plazo de cinco años el trasvase de aguas entre el Ter y el Llobregat y que se amplíe el embalse de Darnius-Boadella, en el río de la Muga, mediante la elevación de la presa.
Estas medidas, junto con la formación de la mesa de trabajo y la posibilidad de intervención en el Parlament, representan un paso adelante significativo en la relación entre la Conselleria d’Acció Climàtica y el sector agrícola catalán. Las partes parecen estar trabajando juntas para resolver los problemas a largo plazo que enfrenta la agricultura en la región, particularmente en lo que respecta a la sequía y al suministro de agua. Sin embargo, queda por ver cómo se implementarán estas medidas y qué impacto tendrán en el futuro de la agricultura en Cataluña.
