El 'influencer' Carlos Ríos, investigado por Consumo por incumplir la normativa de publicidad

Carlos Ríos, un influencer conocido por su defensa de la ‘real food’ o «comida real» y su oposición a los alimentos procesados, ha publicado un mensaje en Instagram criticando al Gobierno por enviarle una carta que le avisa de sus prácticas comerciales desleales.

«Me acaba de llegar una notificación del Ministerio de Consumo y Agenda 2030 diciéndome que no puedo hacer ‘publicidad desleal'», escribe Ríos. «Vamos que no puedo hablar mal de marcas de ultraprocesados». Ríos ha vinculado esta carta con el hecho de que recientemente ha criticado a «los políticos» por los menús de los hospitales. «Ahora mismo estoy totalmente en shock», concluye.

Fuentes del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 han explicado que la carta a Carlos Ríos es parte de una campaña iniciada hace un mes para informar a los influencers sobre sus malas prácticas comerciales.

El departamento dirigido por Pablo Bustinduy realizó una investigación en colaboración con varias comunidades autónomas (Catalunya, Islas Baleares y Madrid) y la Red Europea de Cooperación para la Protección de los Consumidores. A nivel europeo, se analizaron las publicaciones de 576 influencers y se encontró que más del 70% de ellos incumplían la normativa sobre publicidad.

Los sectores revisados fueron moda, estilo de vida, belleza, comida, viajes y deportes. Se concluyó que 119 influencers promovían actividades peligrosas, como comida basura, bebidas alcohólicas, tratamientos estéticos, apuestas o actividades financieras como las criptomonedas.

En España se investigó a 40 comunicadores. Tres de cada cuatro incumplían las normas. Aunque por razones legales no pueden confirmar que Carlos Ríos esté entre los investigados, aclaran que ésta es la única campaña en la que han enviado cartas a influencers. Según el Ministerio, el principal incumplimiento es no etiquetar correctamente el contenido publicitario.

La mayoría de estos influencers no utilizan las etiquetas que proporcionan las plataformas (por ejemplo «colaboración pagada»). En su lugar, utilizan términos muy genéricos como «publi», «ad» o un agradecimiento genérico a la marca asociada.

El Ministerio de Consumo envió a los influencers infractores una carta advirtiendo de que estaban incurriendo en «potenciales incumplimientos», abogando por hacer «una labor pedagógica» que les permitiera corregirlos antes de sancionarles.

En relación con la publicación de Carlos Ríos, desde el Ministerio destacan que la campaña se lanzó hace más de un mes, «por lo que no se puede vincular a nada de lo que ha dicho o hecho recientemente». En otras palabras, la carta no tiene nada que ver con sus recientes críticas a «los políticos» por la comida de hospital.

Consumo también señala que la campaña no pretende censurar ningún tipo de contenido, sólo busca que se identifiquen las publicaciones pagadas. Por lo tanto, Carlos Ríos puede seguir criticando a la comida ultraprocesada: sólo tendrá que indicar si alguien le está pagando por ello.

Por Daniel