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«El ambiente de hoy necesita tácticas de inversión más reflexivas que sencillamente perseguir el desarrollo de las ganancias y un mayor desempeño, con independencia de las votaciones o el peligro crediticio». Son expresiones de los especialistas de AXA IM, que han elaborado una guía, como vienen realizando otras gestoras y viviendas de análisis, con consejos de inversión de cara a 2023.

Chris Iggo, presidente del Centro de Inversiones AXA IM y CIO de AXA IM Core, explicó cuáles son las perspectivas de la gestora en un comentario, en el que señala que tras un difícil 2022, con el desenlace del año los mercados semejan haber encontrado «una base más permanente», si bien no por este motivo se puede bajar la guarda. Y sucede que «la inflación es alta y solo exhibe signos de moderación», y bajo su punto de vista «no probablemente los bancos centrales dejen de subir los modelos hasta bien entrado el nuevo año».

«Aguardamos una recesión en los dos lados del Atlántico», afirma este especialista, y eso indudablemente condiciona los consejos de inversión de AXA IM de cara al próximo año. Apunta Iggo que «la modesta recuperación de los costes de los activos hacia objetivos de 2022 no debe verse como un paso hacia la revisión de los picos de valoración de los últimos añles», pues «probablemente la relación precio-beneficio de las acciones se sostenga bajo sus máximos y que los desempeños de los bonos no vuelvan a arrimarse a cero».

También, ve improbable que se repita a corto plazo «el género de desempeño de capital que gozaron los inversores en la era de la flexibilización cuantitativa». Y de ahí su recomendación de continuar un plan de inversión «mucho más reflexiva» de cara a los próximos 12 meses.

Según Iggo, probablemente a inicios de 2023, «con la indecisión macroeconómica todavía parcialmente alta, los inversores contengan un nivel defensivo«. «No se tienen que descartar la volatilidad y los períodos continuos de pérdidas», afirma, y de ahí que es clave de qué manera se configuran las carteras. Si bien piensa que los inversores de renta fija van a ser «los que más se beneficiarán del pico de la inflación y los modelos».

«Para los mercados de bonos, la compensación entre rentabilidad y peligro ha mejorado. Los desempeños son más altos, en comparación con la situación de los últimos añles, y esto da más ‘carry’ para los tenedores de bonos y mejores ocasiones de capital para novedosas inversiones de renta fija«, resalta el especialista de AXA.

Asimismo piensa que con mayores desempeños, «la renta fija tiene el potencial de desempeñar un papel más esencial en las carteras de activos múltiples». Así como apunta, «si las acciones luchan con el ambiente de desarrollo, los bonos tienen la posibilidad de proveer una cobertura y una opción alternativa para esos inversores que priman los capital».

RENTA FIJA: ¿DÓNDE INVERTIR?

Iggo asimismo dice que «el nuevo régimen de los mercados de renta fija y tácticas similares es más equilibrado», y si bien en los últimos tiempos «los desempeños estuvieron dominados por las ganancias de capital», en este momento los capital «deberían ser un contribuyente más importante a los desempeños totales». Esto, afirma, tiene implicaciones en la construcción de la cartera, puesto que «los bonos se amoldan mejor a las tácticas centradas en los capital, además de aceptar a los inversores institucionales una mayor elasticidad para realizar los pasivos sin asumir peligros insignificantes de crédito o liquidez para lograr los objetivos de desempeño».

Desde AXA señalan que este enfoque en los capital, con un potencial de ganancia de capital «más sencillo», respalda los mercados de bonos empresariales. No obstante, es imposible olvidar que posiblemente «los prestatarios sean cuestionados y esto podría impactar en el nivel de los diferenciales de crédito», que se sostienen bajo los máximos vistos en precedentes períodos de tensión.

«Esto quiere decir que para puntuaciones crediticias afines, los desempeños recientes son relevantemente más altos que en los últimos añles«, lo que cree Iggo que «da un atrayente potencial de rentabilidad, en tanto que las compañías han gestionado bien sus cómputos generalmente», liquidando la deuda, conteniendo los escenarios de apalancamiento y asegurando una aceptable cobertura de intereses.

Además de esto, apunta que de cara a 2023 piensa que el crédito de prominente desempeño va a tener un papel señalado en las carteras. «Evidentemente, los incumplimientos aumentarán un tanto, pero no nos preocupa una enorme ola de incumplimientos relacionados con el refinanciamiento». Como apunta, dada la angosta relación entre el exceso de desempeño de los bonos de prominente desempeño (en relación con los bonos del gobierno) y los desempeños de las acciones, «pensamos que el prominente desempeño es una opción de peligro parcialmente menor en una eventual recuperación de los desempeños de las acciones».

Entonces, ¿hay que descuidarse de la renta variable? Iggo apunta que el repunte del mercado de renta variable del cuarto período de tres meses de 2022 se vió impulsado, eminentemente, por las esperanzas de inflación y tipos altos, pero «debe juzgarse en frente de una visión de ganancias en deterioro y en un ambiente en el que las clases de interés serán más altos de lo que fueron a lo largo de añles». «Estos seguirán siendo obstátraseros para las acciones a lo largo de algún tiempo«, recalca el analista de AXA, que asegura que aun después de la «esencial reducción de calificación ahora observada», los mercados bursátiles «aún son atacables a la recesión de ganancias aguardada».

TODO DEPENDE DE LOS PRECIOS DE LA ENERGÍA

Con las acciones, posiblemente se genere una rotación de campos y estilos más adelante. Como dice Iggo, «las acciones de energía tuvieron un desempeño superior merced a los altos costes del petróleo y el gas», si bien ten en cuenta que históricamente las ganancias del campo energético «son más cíclicas y tienen un menor potencial de desarrollo en un largo plazo que los ámbitos más dinámicos de la novedosa economía que se vieron más damnificados por la reducción de calificación del mercado».

Bajo su criterio, las perspectivas en un largo plazo de las compañías de energía habituales se ven desafiadas por el impulso de la transición energética, de manera que a pesar de que los costos tienen la posibilidad de mantenerse altos, «esto no está garantizado si el desarrollo mina la demanda de energía o si hay nuevos desarrollos en el lado de la oferta (el objetivo de la guerra en Ucrania, el regreso de Furián a los mercados petroleros mundiales, etcétera.)».

«No es extraño tener añles sucesivos de desempeños negativos de las acciones. No obstante, pensamos que el panorama es más equilibrado; las ganancias están bajo presión pero las votaciones son más interesantes», apunta el especialista de AXA, que resalta que fuera de EEUU los mercados «vieron caídas importantes en los múltiplos de precio-beneficio», con lo que piensa que las bolsas de europa «estarían bien ubicadas para volver como estaba si se generara una evolución efectiva en Ucrania».

Asimismo apunta que «Asia se beneficiará de una recuperación articulo ‘cero Covid’ en China. No obstante, en un largo plazo, no probablemente la prima de valoración de EEUU se vea cuestionada dado el dominio de la tecnología estadounidense, un mayor nivel de seguridad energética y una demografía más efectiva. Si bien en un corto plazo ciertas secciones del mercado estadounidense con costes superiores «prosiguen siendo atacables».

«El ajuste global obligó a una revaluación en todas y cada una de las clases de activos. Las esperanzas de fluído de efectivo se vieron cuestionadas y los inversores deberían tener menos seguridad en las tácticas de desarrollo del capital conforme entramos en 2023», resalta Iggo, que piensa que los desempeños de los bonos «deberían progresar en relación con la volatilidad».

Por Daniel