La mayoría de los españoles respaldan medidas más estrictas contra el tabaco para proteger la salud y el medio ambiente
Los españoles están tomando una postura firme en la lucha contra el consumo de tabaco, apoyando medidas más estrictas para proteger el medio ambiente y reducir la dependencia de la nicotina. Encuestas recientes muestran que 9 de cada 10 españoles están a favor de sancionar a quienes tiran colillas de cigarrillos al suelo, un claro indicativo de una creciente conciencia sobre los daños que el tabaco y sus desechos pueden causar al entorno.
Esta postura se extiende a fumadores y no fumadores por igual, con un 96,9% de los no fumadores y un 80,3% de los fumadores apoyando la idea de sanciones para aquellos que descartan irresponsablemente sus colillas de cigarrillos. Del mismo modo, siete de cada diez encuestados opinan que si se implementara una medida de este tipo, un gran número de fumadores abandonaría el hábito del tabaco, lo que subraya el potencial de esta estrategia para reducir el consumo de tabaco.
Estos hallazgos son particularmente pertinentes en este momento, ya que el Ministerio de Sanidad de España está considerando endurecer la ley del tabaco para ampliar los espacios sin humo y equiparar todas las formas de consumir nicotina. La encuesta, realizada anualmente por los médicos de familia, confirma que la sociedad española está a favor de la aprobación de nuevas medidas dirigidas a reducir el consumo de tabaco.
Preocupaciones crecientes sobre el consumo de tabaco entre los jóvenes
Los médicos están particularmente alarmados por el aumento del consumo de tabaco entre adolescentes y jóvenes, según Sara Cascón, coordinadora de la Semana Sin Humo que la Sociedad Española de Médicos de Familia SemFYC organiza desde hace 25 años. La encuesta también ha revelado un dato preocupante: que el 6,6% de los menores de entre 14 y 18 años vapean, una tasa que supera con creces la media de consumo de cigarrillos electrónicos en la población en general, que es de un 1,5%. Esto significa que los adolescentes están consumiendo cuatro veces más estos dispositivos que el promedio.
Además, el 45% de los menores en esa franja de edad vapean y también fuman cigarrillos convencionales. Cascón sostiene que estos dispositivos no reemplazan al tabaco convencional, sino que son la puerta de entrada para los jóvenes al mundo del tabaco.
El problema, según la Dra. Cascón, surge cuando los jóvenes comienzan a consumir tabaco a una edad temprana. «Si empieza a edades tan tempranas, las posibilidades de abandonar el consumo bajan», advierte. Los médicos están especialmente preocupados por el consumo de vapeadores y tabaco antes de los 18 años porque «se están desarrollando los órganos, especialmente el cerebro, por lo que hay alteraciones en la memoria y la concentración», entre otras afectaciones a la salud.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de tomar medidas contra el consumo de tabaco y sus efectos nocivos tanto para la salud como para el medio ambiente. Con el respaldo de la sociedad española, las autoridades y los profesionales de la salud podrían emprender medidas más estrictas para combatir el consumo de tabaco, especialmente entre los jóvenes.