Yate encarpado, para evitar la dispersión de componentes volátiles, con el material plástico que MB92 se propone reconvertir posteriormente.

En medio de la creciente crisis de contaminación por plástico que abarrota nuestros vertederos y océanos, MB92, una empresa con sede en Port Vell y especializada en la reparación de yates, ha emprendido una iniciativa pionera. Esta empresa, que genera 150 toneladas de residuos plásticos al año a través de sus actividades de mantenimiento y reparación de embarcaciones, ha trabajado durante los últimos dos años en una solución sostenible. Este proyecto, originalmente centrado en MB92, ha crecido para involucrar a todas las empresas ubicadas en la zona portuaria de Barcelona.

En colaboración con la Fundació Barcelona Port Innovation, MB92 está invitando a todas las empresas del puerto a recoger sus residuos para reconvertirlos en material que se puede utilizar de nuevo en el puerto. Según Marc Hervàs, responsable de Sostenibilidad de MB92 y líder del proyecto, esta recuperación es más respetuosa con el medio ambiente y también genera un retorno económico.

En el pasado, los barcos se pintaban dentro del agua, contaminándola con pintura, químicos y suciedad, y emitiendo componentes volátiles a la atmósfera. La solución innovadora de MB92 fue llevar los barcos a tierra y envolverlos con un gran encarpado que retiene las emisiones y permite acabados de mayor calidad. Aunque esta solución es beneficiosa, conlleva un consumo muy importante de plástico.

Para abordar este problema, MB92 y Pinmar, la empresa con la que realiza la tarea de pintura, han ideado una solución: a partir de este mes de mayo, recogerán todo el plástico utilizado una vez por semana y, junto con el resto que emplean en las tareas de mantenimiento, lo triturarán y lo compactarán para hacerlo apto para nuevos usos. Con este método, esperan reutilizar el 95% de todo el plástico que emplean.

Esta iniciativa ha contado con el apoyo de los fondos públicos del Perte Naval, que ha cubierto el 40% de los 220.000 euros de la maquinaria que han adquirido. El material resultante será planchas o pellet con la propiedad de ser ignífugo, útil para la impresión en 3D, y que puede transformarse en productos que pueden venderse para nuevos usos. Ya en una prueba piloto, MB92 ha construido unos banquillos que cederá al FC Barceloneta, mientras que con el pellet prevé imprimir las protecciones que utiliza habitualmente en la reparación de los barcos.

Con el objetivo de expandir el alcance del proyecto a toda la comunidad portuaria, el Port de Barcelona ha cedido a MB92 una nave de 200 m² para instalar una planta de mayores dimensiones para el procesamiento de los residuos. En colaboración con Port Innovation, el objetivo es aumentar la recuperación de los residuos de las empresas en el puerto y encontrar cómo reintroducir los nuevos materiales para cubrir necesidades entre las mismas empresas que aportan los plásticos, creando una “economía circular de proximidad”, resalta Hervàs.

Esta segunda fase del proyecto prevé contar con el apoyo del Perte de Economía Circular que el Ministerio de Transición Ecológica convocará de forma inminente y convertir además el pellet en un producto biodegradable. Este proyecto pionero marca un hito en el camino hacia la sostenibilidad en la industria de la reparación de barcos y demuestra cómo las empresas pueden desempeñar un papel activo en la lucha contra la contaminación por plástico.

Por Daniel