Archivo - Un AVE de Renfe en una estación de Francia.

Renfe e Iryo se unen contra los precios bajos en el tren: «No es sostenible a largo plazo»

En una era de intensa competencia, los gigantes del ferrocarril Renfe e Iryo están haciendo un frente común contra los precios bajos en el sector del tren. En un desayuno organizado por el Grupo Hotusa, el presidente de Renfe, Raül Blanco, declaró que los billetes a menos de 10 euros solo pueden ser parte de campañas puntuales y no pueden convertirse en la norma.

«Los precios tienen que estabilizarse más arriba. Claramente, no puede estar al mismo nivel que durante el monopolio, pero tienen que establecerse más arriba», secundó el consejero delegado de Iryo, Simone Gorini. Ambos dirigentes no mencionaron al tercero en discordia, el operador francés Ouigo, que ha sido acusado de «dumping de precios» por el ministro de Transportes, Óscar Puente. Sin embargo, Ouigo ha sido señalado como el principal responsable de los precios bajos por los líderes de Renfe e Iryo.

La calidad del servicio versus los precios bajos

Frente al abaratamiento de los billetes, Blanco y Gorini han enfatizado la importancia de la «calidad del servicio» como factor diferencial. Ambos advirtieron que un sistema de precios bajos a largo plazo no es sostenible para ninguna empresa. Blanco fue más allá, insistiendo en que no puede crearse un sistema donde «todos los operadores perdemos dinero«. El presidente de Renfe subrayó también que todas las empresas tienen la responsabilidad de ser más eficientes y ágiles, y advirtió que las «pérdidas eternas a largo plazo no son sostenibles«, a pesar de que los Estados tienen una presencia importante en este sector.

La matriz de Ouigo, SNCF, es el equivalente francés a Renfe, mientras que Iryo está formado por el operador italiano Treinalia (45%), Air Nostrum (31%) y Globalvía (24%). Gorini explicó que sus socios están apostando por este sector con la idea de sacar rentabilidad y, a largo plazo, creen en el sistema porque la tarta se vuelve a ampliar con más rutas liberalizadas. El modelo italiano, según Gorini, es un buen ejemplo de cómo la oferta de calidad puede hacer crecer la demanda y, en consecuencia, el precio.

Raül Blanco, por otro lado, lamentó que será difícil llegar este año a París, con la conexión entre Lyon, donde Renfe llega actualmente, y la capital francesa. Aunque la intención era que Renfe conectara con París para los Juegos Olímpicos, esto no ha sido posible debido al letargo burocrático de la administración francesa y los retrasos de Talgo con la renovación de los trenes de la serie 106.

Blanco exigió a Talgo que cumpliese con sus compromisos con la homologación de los convoyes que tienen que llegar a París, y al Estado francés le pidió «las mismas condiciones que hay en España para Iryo o Ouigo». Según Blanco, esto será beneficioso para la Unión Europea ya que se creará un sector muy competitivo, con alcance no solo europeo sino global. El sector ferroviario es uno de los pocos en los que Europa conserva la globalidad de la cadena de valor.

El AVE entre España y Francia cumple un año con un balance global de 620.000 viajeros transportados en las dos rutas que unen 15 destinos entre Madrid y Barcelona y Marsella y Lyon. Los trayectos más demandados son los que unen estas ciudades con Barcelona, principal destino español en número de viajeros de la oferta internacional, donde se concentra casi el 60% de la demanda.

Por Daniel