Take That pone el broche de oro al Icónica Santalucía Sevilla Fest

Take That cierra el Santalucía Sevilla Fest con un espectáculo inolvidable

La última noche del icónico Santalucía Sevilla Fest se iluminó con la presencia de Take That, una de las bandas de pop más emblemáticas de la música británica. La Plaza de España, que ha sido el escenario de numerosos conciertos durante todo el verano, se convirtió una vez más en el epicentro de la música pop en la capital hispalense.

La expectación era palpable en la última velada de verano. El ambiente se tornó especial por la presencia de Gary Barlow, Mark Owen y Howard Donald, los tres integrantes de Take That que estaban a punto de subir al escenario. La gran ovación que recibieron a su llegada fue un indicativo de que serían un digno broche de oro para el festival. «Hola Sevilla, somos Take That, ¿estáis preparados?», fueron las únicas palabras que pronunciaron en español, pero bastaron para generar una gran expectativa.

Desde el primer acorde de su éxito ‘Greatest Day’, la conexión con el público fue inmediata. Los gritos de emoción y los aplausos se mezclaron con la música precisa de la banda, creando una atmósfera cargada de energía y nostalgia. La boy band, que inició su carrera con cinco miembros y se consolidó como trío en 2011, hizo un recorrido por sus mayores éxitos y presentó su último disco ‘This Life’.

Un viaje musical por la carrera de Take That

La lista de canciones fue un viaje a través del tiempo, arrancando con ‘Giants’, tema que animó a los fans a saltar y aplaudir al ritmo de la música. También hicieron un recorrido por clásicos como ‘Everything Changes’ o ‘Shine’, que provocó una oleada de manos que ondeaban en el aire.

La audiencia multigeneracional no dejó de cantar y bailar durante todo el concierto, demostrando que el concepto de boy band trasciende las barreras de la edad. Cada tema fue recibido con entusiasmo por los seguidores, que llevan acompañando a la banda en toda su carrera. Si algo llamaba especialmente la atención es que eran muy pocos los móviles que se encontraban grabando, la mayoría de los presentes prefirió dejarse llevar y disfrutar de una noche difícilmente mejorable.

Take That ofreció un espectáculo que fue más allá de la música. Sus integrantes subieron al escenario con las mismas chaquetas de cuero y lentejuelas, y una coreografía perfectamente coordinada que despertó algunas risas. A pesar de los continuos cambios de vestuario, el sello de la boy band se mantuvo presente en cada canción.

El concierto también destacó por sus elementos teatrales, que daban ritmo a la noche y hacían diferente cada momento. Gary, Mark y Howard compartieron historias de su carrera y se mostraron muy emocionados de cantar en Sevilla. Esta narrativa íntima permitió a los fans sentirse aún más conectados con la banda, ofreciendo una visión detrás de las canciones que han definido generaciones.

El repertorio continuó con éxitos como ‘Windows’, ‘Relight’ y ‘These days’, cada uno interpretado con una pasión y energía que desataron el entusiasmo en la Plaza de España. Encarando la recta final de la noche, ‘Back for good’ hizo que los tres integrantes recorrieran la valla del escenario y saludaran a los fans de las primeras filas que portaban gran cantidad de pancartas. Aunque el punto y final definitivo se dio con ‘Never forget’ y ‘Rule the World’, un cierre épico que ponía fin a un festival que será recordado por su espectacularidad y la magia de cada una de sus noches.

La velada fue una celebración de más de tres décadas de música de Take That, una banda que ha sabido reinventarse y mantener su relevancia en la industria musical. Con más de 45 millones de discos vendidos y una serie de premios en su haber, la capacidad para conectar con audiencias de todas las edades sigue siendo uno de sus mayores logros.

En definitiva, Sevilla despidió a Take That, con la certeza de haber presenciado un evento inolvidable, donde la música, la historia y la emoción se unieron para poner el punto y final una temporada memorable del festival.