Olmos jóvenes libres de la enfermedad, listos para ser plantados

El emblemático olmo, un árbol conocido en España por su madera que se utiliza en varias aplicaciones, desde la fabricación de muebles hasta guitarras, ha sufrido una catástrofe en las últimas décadas. Un desastre causado por la enfermedad de la grafiosis, que ha diezmado a los olmos españoles desde los años 70. La enfermedad fue propagada por un insecto voraz que se extendió rápidamente, devastando a este árbol. Ahora, parece que la salvación de los olmos españoles podría estar a la vista.

El golpe más fuerte a los olmos en España se produjo a finales de la década de 1970, cuando una variante agresiva de la grafiosis llegó al país. Para principios de los 90, la enfermedad había matado hasta el 90% de todos los ejemplares existentes. Los altos y frondosos olmos, que alguna vez se alzaron majestuosamente junto a ríos, campos y plazas de pueblos, murieron en masa y la muerte continúa hasta el día de hoy.

La persistencia de la enfermedad se evidencia en una reducción drástica en el número de olmos en la Ribera Alta de Cáceres. En 2022, solo quedaban 31 ejemplares de los 189 que había el año anterior, lo que significa que en solo un año, la mayoría de los olmos de este paraje extremeño fueron erradicados. Y situaciones similares se han repetido en toda la Península.

Millones de árboles de esta especie, de las cuales hay tres diferentes, han desaparecido en España desde que apareció la grafiosis. El insecto escolítido, un escarabajo que transmite la enfermedad, se introduce en la corteza del tronco y crea galerías en el xilema, que se encuentra entre la corteza y el tronco. El insecto produce una sustancia tóxica para el árbol, que obstruye los canales de savia, impidiendo la circulación normal y, finalmente, causando la muerte del olmo.

En 1986, el Gobierno lanzó el Programa Nacional de Conservación del Olmo Ibérico para tratar de frenar la desaparición de las especies autóctonas de este árbol. Sin embargo, no fue hasta hace unos años que un equipo de la Escuela Oficial de Montes de Madrid encontró un gen resistente que podría permitir la conservación del olmo. Ahora, la estrategia es clonar esta variedad resistente a la grafiosis y repoblar el territorio nacional, un proceso que ya está en marcha.

Este esfuerzo es vital para asegurar la supervivencia de las tres especies de olmo autóctonas en España: el Ulmus minor, el Ulmus glabra y el Ulmus laevis. Existe también una especie exótica, el Ulmus pumila. En 2021, la entidad ARBA de Valladolid inició el Proyecto Ulmus minor para crear una isla forestal con nuevos ejemplares sanos de esta especie en Aguilar de Campos, en un terreno cedido por la Junta de Castilla y León.

Desde el descubrimiento del olmo resistente y con el respaldo del proyecto Life Olmos, se han distribuido millares de ejemplares de árboles resistentes a la enfermedad por toda España para su plantación.

Los olmos no sólo son estéticamente importantes, también ofrecen grandes beneficios ecológicos. Las olmedas formaban ecosistemas que estabilizaban las orillas de los ríos y reducían los efectos de las crecidas. También son un refugio importante para la fauna y generan un ambiente fresco y sombreado, ideal para combatir los calores veraniegos.

Referencias:
– https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/biblioteca/hojas/hd_1985_19.pdf
– https://www.forestales.net/Canales/Ficha.aspx?IdMenu=b6947309-987f-4bff-808d-4e7e974ccaf8&Cod=8ae32068-fd5b-401e-a061-55fe89d12a4d&Idioma=es-ES

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