Si bien el efecto real de los modelos hipotecarios sobre los costes de la vivienda en toda Europa es dispar, en Scope Rating, basándose en estudios del Banco Central Europeo (BCE), apuntan que podemos aguardar una caída del 9% en los valores medios de la vivienda en Europa en un par de años.
«El desarrollo medio anualizado de los costos de los últimos 4 trimestres todavía es de 2 dígitos, pero la inclinación se está capitalizando: ciertos países, eminentemente los norteños, vivieron descensos intertrimestrales en el último trimestre y la inclinación se fortaleció en los últimos tres meses de 2022″, comentan el subdirector de cédulas hipotecarias de Scope, Mathias Pleissner.
Citando a estudio anunciado en el Folleto Económico del BCE de septiembre de 2022, un incremento de un punto porcentual de los modelos hipotecarios hace un descenso de cerca del 5% en los costes de la vivienda (tras un par de años) y una caída de la inversión en vivienda del 8%.
En él se apunta, además de esto, que «la activa del mercado de la vivienda es muy sensible a las clases hipotecarios». Y esta inclinación histórica es aún mucho más acusada en un ambiente de géneros de interés bajos.
Con lo que, sabiendo el panorama, «podemos aguardar una caída del 9% en los valores medios en un par de años pues ahí es donde nos encontramos: las clases hipotecarios vienen de mínimos históricos y, según el BCE, aumentaron con mucho más fuerza que jamás en el primer semestre de 2022», asegura.
Sin embargo, estamos frente a un mercado muy dispar. Tomando de referencias los distintos países, ciertos mercados son mucho más atacables a la subida de géneros de interés que otros.
De esta manera, el mapa planteado por Scope recomienda que Noruega, Suecia y Luxemburgo detallan la mayor puerta de inseguridad estructural a los peligros hipotecarios derivados de las crisis de asequibilidad y de la caída del valor. Por su lado, Dinamarca, los Países Bajos y Portugal asimismo muestran mayores retos estructurales en comparación con otros países de europa. Hasta entonces, los países periféricos de la eurozona (España, Italia y Grecia) detallan unas métricas parcialmente sólidas. En Europa del Este, el ámbito inmobiliario muestra peligros estructurales moderados.
A esto se aúna otro aspecto: «La mayor parte de los dueños del este y el sur de Europa tienen una casa, pero sin hipoteca. Esto contrasta con países del norte de Europa como Noruega, Países Bajos, Suecia y Dinamarca, donde mucho más del 75% de los dueños tienen hipotecas. Como resultado, los hogares de estos países son asimismo los mucho más endeudados de Europa», dice Pleissner.
En lo que se refiere a la variedad de la financiación de la vivienda en Europa, la proporción de préstamos a tipo variable ha incrementado en ciertos países en la última década. «Esto perjudica más que nada a los países norteños, que prosiguen siendo mercados de hipotecas a tipo variable y donde los préstamos a tipo fijo son un producto de nicho».