Los tres bancos favoritos de Citi para 2023… y los tres que recomienda eludir

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El endurecimiento capital del Banco Central Europeo (BCE) concluirá este 2023. Estas subidas de los modelos de interés dejan en el Viejo Conjunto de naciones un ámbito económico dudoso, en el que sobrevuela la oportunidad de una recesión. No obstante, si bien la tan temida ‘crisis’ concluya llegando, un campo se sostendrá extraño a ella: los bancos.

«Proseguimos ‘sobreponderando‘ bancos de europa hasta 2023″. De esta manera de definitivos se detallan los investigadores de Citi, que están persuadidos de que las levantas de las tasas proseguirán impulsando el desarrollo de las ventajas de las entidades, «con un peligro en alza para las ganancias del consenso».

De la misma forma, apuntan el «atrayente» que muestran las perspectivas de rentabilidad del capital. «Las votaciones prosiguen siendo poco rigurosos (negociando a 0,9x P/TB (precio/valor en libros) por un ratio de rentabilidad RoTE añadido del 12%) y aguardamos que los bancos superen la recesión de 2023 sin un deterioro material en la calidad de los activos, lo que impulsaría una recalificación«.

Dadas estas buenas perspectivas, en Citi efectúan una recomendación sobre cuáles son sus mejores y peores opciones entre los bancos de europa.

Por el lado positivo, entre las entidades «preferidas», la lista está encabezada por BBVA. El banco español se ubica como una de las considerables apuestas para los especialistas de la firma en este año. Le prosiguen el banco italiano Intesa y el británico Lloyds.

En el lado «menos» bueno, desde Citi señalan al banco neerlandés ABN, al que acompañan Banco Sabadell y la firma sueca SEB.

PERSPECTIVAS PARA LA BANCA EUROPEA

Los especialistas lo tienen claro. 2023 va a ser el año de la banca europea, que se sostendrá ajeno de los peligros y las adversidades, tanto económicas como geopolíticas, a las que se enfrente el conjunto de naciones.

En Scope Ratings estiman que los bancos sostendrán sus tendencias anticíclicas, o sea, la adaptación efectiva de los capital a la subida de los modelos de interés. «En nuestro ámbito base, los márgenes aumentarán relevantemente, compensando con creces un accionar algo mucho más enclenque de los capital por comisiones y honorarios y unas provisiones algo mucho más altas«, examina Marco Troiano, responsable de instituciones financieras de la firma.

En un ambiente marcado por los modelos de interés convenientes, los capital se van a ver favorecidos de la expansión de los márgenes bancarios, pero «se van a ver cada vez menos impulsados por las ventajas artificiales de las operaciones de carry trade TLTRO», destaca Troiano.

También, el incremento de los costos de financiación mayorista asimismo va a pesar sobre los capital. «Tras varios años de un ambiente deflacionista o, en el más destacable de las situaciones, desinflacionista, los bancos deberán llevar a cabo en frente de un incremento de las solicitudes salariales que acrecentará sus bases de costos, pero asimismo va a facilitar la administración del exceso de aptitud», piensan desde Scope Ratings.

La crisis energética que asola Europa a consecuencia de la guerra en Ucrania, la alta inflación y el incremento de los costos del servicio de la deuda «provocarán la capacitación de nuevos NPL, lo que forzará a los bancos a dotar provisiones para insolvencias», cree Troiano. No obstante, estos ‘vientos de cola’ no van a suponer un enorme problema para las entidades, ya que van a poder «manejarlos» en un contexto de expansión de las ventajas antes de provisiones.

En lo relativo a los indicadores de liquidez se van a ver estropeados desde escenarios muy sólidos. «Pensamos que los presentes ratios de financiación y liquidez de los bancos reflejan en parte novedades estructurales, puesto que los bancos amoldaron sus construcciones de pasivo al ambiente normativo posterior a la recesión financiera global», afirman en Scope Ratings.

El capital, por su lado, se sostendrá sólido. En frente de un ámbito mucho más dudoso, en la firma alemana piensan que «va a aumentar el control regulatorio sobre la distribución de capital y los proyectos de los bancos para repartir el exceso de capital van a quedar en suspenso, por lo menos por un tiempo».

«Los bancos entran en 2023 con fuertes situaciones de capital y jergones materiales sobre los requisitos, lo que prosigue apoyando sus concretes de crédito», mantiene Troiano.

Caso de que el ámbito macroeconómico sea mucho más negativo de lo que se espera y los peligros y la contracción alcancen unos escenarios mucho más profundos que «anulen» el efecto de la revalorización de los activos y la incapacidad de los bancos para contener la inflación de los costos, «la rentabilidad de los bancos de europa reduciría sensiblemente y, en ciertos casos, registrarían pérdidas». No obstante, «la erosión del capital sería limitada aun en niveles de tensión severa», concluye el analista.