Las aguas de nuestro planeta están experimentando temperaturas sin precedentes. Según el último informe del Servicio Copernicus, las temperaturas oceánicas globales alcanzaron un récord de 21,06 grados centígrados en febrero, superando el récord anterior de 20,98 grados registrado en agosto de 2023.
Esta tendencia al calentamiento no se limita a febrero. Las cifras de la plataforma ‘Climate Reanalyzer‘ muestran que las temperaturas marinas medias de este año oscilan entre los 20,9 y los 21,2 grados centígrados – una cifra que supera en casi un grado a los valores considerados normales para esta época del año.
Las altas temperaturas marinas también se están observando en el Atlántico Norte, donde actualmente debería ser invierno. Según el divulgador climático Nahel Belgherze, la temperatura de la superficie del mar en esta región ha estado alcanzando niveles récord durante el último año, con máximos diarios registrados durante 365 días consecutivos.
Las temperaturas oceánicas extremas también se están experimentando en el Mediterráneo, con temperaturas que oscilan entre los 12 y 15 grados. En Barcelona, las aguas deberían estar alrededor de los 13,5 grados, pero actualmente están cerca de los 14 grados. En la zona de los Balcanes, se estima que el mar está alcanzando ya los 18 grados centígrados.
Pero, ¿qué está causando este intenso calentamiento oceánico? Dos fenómenos son responsables: el ciclo natural de El Niño y el calentamiento global. El Niño, un evento periódico que causa un aumento en las temperaturas del Pacífico ecuatorial, comenzó en el verano del año pasado y continúa, aunque se está debilitando, según la Organización Metereológica Mundial.
El calentamiento global, por otro lado, ha llevado a que la temperatura del aire global esté muy por encima de los valores normales durante los últimos nueve meses. Los termómetros del mundo han registrado los valores más altos jamás registrados y han estado hasta 1,56 grados por encima de los niveles habituales de hace un siglo.
Las consecuencias de este aumento de temperatura son aún desconocidas. «Las cosas están yendo mucho más rápido y más lejos de lo que esperábamos. No sabemos muy bien qué ocurrirá a partir de ahora«, comenta Rob Larter, científico marino de la Universidad de Cambridge.
A corto plazo, el calor marino está acelerando el deshielo en algunas regiones. La extensión del hielo marino Antártico está casi un 30% por debajo de lo normal para esta época del año. A medio plazo, hay preocupaciones de que pueda alterar el comportamiento de especies y ecosistemas, provocando mortalidad masiva y alimentando tormentas extremas.
Para frenar este fenómeno, la comunidad científica insiste en la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Según el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), las emisiones deberían llegar a su máximo para el 2025 y a partir de ahí reducirse rápidamente hasta llegar a la mitad para 2030 y a cero para 2050.