La energía y los alimentos vuelven a tirar en alza la inflación, que en el mes de febrero se eleva hasta el 6,1%, al tiempo que la tasa subyacente se dispara al 7,7%, según los datos adelantados del Centro Nacional de Estadística (INE).
Esta evolución es adecuada a que los costos de la electricidad suben este mes, en oposición al descenso registrado en el mes de febrero de 2022, y a que los alimentos y bebidas no alcohólicas incrementan mucho más que en el mes de febrero del año pasado. En sentido opuesto, resalta la bajada de los costos de los carburantes y lubrificantes, los que aumentaron en el mes de febrero de 2022, y del transporte mezclado de usuarios, en frente de la seguridad del año previo.
En el caso de confirmarse el apunte de febrero, supondría un incremento de 2 décimas en su tasa interanual. Además de esto, los costes encadenarían de esta manera un par de meses de ascensos sucesivos y se colocarían en el nivel valor mucho más prominente desde noviembre del año pasado. Sin embargo, el Índice de Costos de Consumo (IPC) todavía se pone lejos (4,7 puntos inferior) de aquel récord alcanzado en el mes de julio del año pasado, en el momento en que llegó a tocar el 10,8%, su nivel mucho más prominente desde septiembre de 1984.
En tasa por mes, los costos subieron un 1%, lo que piensa el mayor incremento en un mes de febrero desde 1978.
La inflación subyacente aumentó 2 décimas, hasta al 7,7%, con lo que la tasa es la mucho más elevada desde diciembre de 1986.
Por otra parte, el Índice de Costes de Consumo Armonizado (IPCA) se ubica en el 6,1%, 2 décimas sobre el mes previo.
Los datos terminantes de la inflación de España los publicará el INE el próximo 14 de marzo.
¿DUDAS SOBRE LA SENDA DE MODERACIÓN DE PRECIOS?
«El incremento refleja los costos mucho más altos de la electricidad, que actuaron contra la caída de los costes del comburente y el transporte. La inflación de los alimentos asimismo logró subir la inflación general», resaltan los investigadores de Oxford Economics, que aguardan «costos de servicios mucho más recios y un mayor desarrollo de los sueldos a fin de que la inflación caiga a un ritmo considerablemente más retardado de lo que estuvimos observando hasta la actualidad».
«Aún de esta manera, el peligro de un régimen de inflación de forma permanente prominente es bajo«, dicen. Por su lado, en eToro apuntan que la electricidad «prosigue en alza frente a eso que sucedía en meses precedentes, de la misma la partida de alimentos y bebidas no alcohólicas. Por su lado, los carburantes tiran un tanto hacia abajo, si bien no se estima que esto prosiga prestando asistencia desde este momento».
Para los especialistas de Ibercaja, el desarrollo del IPC en España «sorprendió en alza en el mes de febrero» y piensan que el repunte de los 2 últimos meses tras la rápida desaceleración del último período de tres meses de 2022 «está provocando inquietudes sobre la senda de moderación de los costes en España».
«Quedan ciertas incógnitas como la evolución del precio de los alimentos, que se vieron influidos por otros causantes aparte del encarecimiento de la electricidad y el transporte (malas cosechas, aumento de costes de materias primas agrícolas, de fertilizantes y piensos) ya que todavía no detallan un cambio de inclinación, concentran la mayoría de las partidas mucho más inflacionistas y pesan cerca de un 20% del IPC», aseguran.
Sin embargo, suponen que «lo lógico es aguardar que la predominación de los costos de la electricidad, el gas y los carburantes en las cadenas de producción y consumo finalize trasladando a la baja, exactamente la misma lo logró en alza en 2022″.
«Probablemente halla algo de resistencia dada la rápida aceleración de los sueldos, pero la contención del consumo de los hogares probablemente contribuirá a que se retome la senda de moderación del IPC en los próximos meses, más que nada en esos donde los aumentos por mes estuvieron lejos de lo común en 2022, como en el tercer mes del año y en el mes de junio», concluye la entidad.