Informático delante de su ordenador, en una imagen de archivo

El sector de la tecnología de la información y comunicación (TIC) se encuentra en medio de una agitación laboral a medida que los trabajadores de la multinacional DXC están llamados a una huelga de 48 horas a partir de este jueves. Esta protesta se espera que podría provocar incidencias técnicas en los servicios de banca en línea y en los cajeros, en la página web del Instituto Nacional de Estadística (INE) o en el servicio de venta de billetes de Renfe, entre otros servicios esenciales.

DXC, una firma de origen estadounidense, emplea a 7.500 trabajadores encargados del mantenimiento y el desarrollo de aplicaciones para corporaciones como CaixaBank, Banc Sabadell, Gas Natural, el RACC y el propio Estado, entre otros. La huelga es un llamado de los sindicatos CGT, CCOO, CSI, USO, Intersindical-CSC y parte de los delegados de UGT para exigir incrementos salariales en la consultora DXC.

La acción de protesta surge en un contexto en el que, a pesar de que el sector TIC vive momentos de alto crecimiento, las condiciones de sus empleados no mejoran al mismo ritmo. Los sindicatos argumentan que el personal ha perdido un 17% de poder de compra desde que estalló la pandemia del Covid-19, a pesar del alto nivel de inflación y los incrementos de sueldos generalizados.

El sector TIC es conocido por sus salarios altos, con una nómina media que asciende a 3.690 euros brutos al mes, según datos de la encuesta trimestral de costes laborales. Sin embargo, cada vez que el Gobierno sube el salario mínimo interprofesional, varias categorías del convenio colectivo quedan por debajo de esta referencia. Esto se debe a que las empresas del sector parten de estándares salariales comunes bajos para luego negociar individualmente con los trabajadores sus condiciones.

Los sindicatos critican que esta negociación particular de los salarios resulta problemática en el contexto actual de alta inflación. Ante incrementos de sueldos generalizados, la empresa opta por absorber parte o todos estos incrementos aduciendo que ya paga pluses por encima de lo pactado para el colectivo.

A pesar de las tensiones laborales, DXC ha reportado buenos resultados empresariales, anunciando récords de facturación y beneficios en los últimos años. La empresa espera unos ingresos anuales este ejercicio de entre 13.630 millones y 13.670 millones, según los últimos resultados empresariales recopilados por Reuters.

La multinacional tiene una presencia significativa en Catalunya, donde emplea a unas 2.000 personas. El conflicto laboral entre la dirección y los sindicatos se ha intensificado, con los sindicatos acusando a la empresa de no presentar ninguna propuesta y de limitarse a enviar un abogado externo para tomar acta en las mediaciones.

Los sindicatos esperan un alto seguimiento de las protestas y advierten que esto podría traducirse en incidencias desatendidas para los clientes de la multinacional. La cartera de ‘partners’ de DXC es extensa, y en su propia página web publicita cómo Renfe le adjudicó en 2021 un contrato para reforzar su sistema ‘on line’ de venta de billetes.

Finalmente, la huelga está convocada para los próximos 21 y 22 de marzo, 29 y 30 de abril y 3, 4 y 5 de junio. Se espera que las próximas semanas sean críticas en la negociación entre la dirección de DXC y los sindicatos representantes de los trabajadores.

Por Daniel