Los tractores han regresado a las carreteras el día de hoy, llenando los caminos de Valencia, Murcia, Mérida y Pamplona. Esta acción se lleva a cabo sin la participación de las principales organizaciones agrarias que se encuentran en negociaciones con el Gobierno. Adicionalmente, la Unió de Pagesos sigue bloqueando carreteras en Cataluña, incluyendo la frontera con Francia.
Estas movilizaciones se realizan mientras grupos técnicos del Gobierno y representantes de Asaja, COAG y UPA se mantienen en conversaciones. Estas negociaciones se llevarán a cabo hoy y mañana, antes de que, presumiblemente el próximo martes, los líderes de las tres organizaciones agrarias se reúnan nuevamente con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Después de más de tres semanas, los agricultores que han estado protestando en Cataluña desde el martes con bloqueos de carreteras, particularmente en la autopista AP-7 que es la principal conexión de España con Francia, esperan que el conseller de Acció Climàtica, Agenda Rural y Alimentación, David Mascort, llegue a la reunión de este jueves «con los deberes hechos» si desea poner fin al bloqueo.
Un portavoz del sindicato Unió de Pagesos y de la organización Revolta Pagesa, Jordi Ginebreda, espera que Mascort «haya entendido el mensaje» de que la movilización será indefinida.
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ha expresado sus críticas contra los agricultores que durante sus protestas cortan las vías de acceso a las ciudades, y ha exigido al Gobierno que adopte medidas «inmediatas y eficientes» para poner fin a estos bloqueos.
El vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia, ha señalado en una nota que el colectivo al que representa desconoce qué medidas está llevando a cabo el Gobierno para permitir la libre circulación de las mercancías y ha subrayado que, de haberlas, «está claro que no son eficaces». La patronal ha expresado su inconformidad porque sus empresas de transporte han estado sufriendo bloqueos durante 23 días y que, en algunas ocasiones, estos incluyen «ataques a sus vehículos y mercancías».
Esta situación refleja una tensión cada vez mayor entre los agricultores y el gobierno, así como entre los agricultores y otras entidades afectadas por las protestas. Los bloqueos en las carreteras han tenido un impacto significativo en el transporte y la circulación de mercancías, lo que ha generado reacciones de frustración por parte de las empresas de transporte que han visto sus operaciones seriamente afectadas.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han estado en conversaciones con el Gobierno para tratar de llegar a una solución, pero hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo. Este malestar en el sector agrario ha llevado a acciones de protesta que han afectado a otras industrias y han causado interrupciones en la vida diaria de muchas personas.
Esperamos que las reuniones programadas para los próximos días entre las organizaciones agrarias y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, puedan conducir a una resolución que satisfaga a todas las partes involucradas. Sin embargo, hasta que eso ocurra, parece que los tractores seguirán siendo una presencia constante en las carreteras de España.
