Grifols empieza 2023 de la mejor forma viable: liderando las subidas en el Ibex 35 (+4,22%) y superando los 11,20 euros, muy cerca de la resistencia de los 11,48 euros. «Semeja que la compañía del Ibex tiene intención de prolongar el choque del corto período«, apunta César Nuez, analista de Bolsamanía.
Grifols se viene moviendo en una banda del costado ya hace un mes y medio y los mínimos crecientes que vimos en el último mes son «la señal que favorecería una extensión de las ganancias hasta, al menos, la resistencia de los 14 euros, escenarios en donde converge la media de 200 sesiones», señala Nuez.
Sin embargo, el analista advierte que «solo nos encontramos frente a un choque, sin olvidar que su inclinación primordial es precisamente bajista. Se sostendrá viva la oportunidad de un choque al tiempo que no abandone el soporte de los 9,57 euros». En verdad, Grifols acabó 2022 como entre los peores valores del selectivo, en tanto que perdió un 35% en el juntado del año.
A nivel primordial, la farmacéutica enfrenta el nuevo año barajando diferentes opciones para achicar su deuda, el primordial lastre para su cotización. A septiembre de 2022, el endeudamiento sin deuda IFRS-16 era de 9.381 millones (8,6 ocasiones EBITDA) y de 10.504 millones con deuda IFRS-16 (9,3 ocasiones EBITDA).
En este sentido, la compañía baraja la venta de 2.000 millones en activos para enderezar su situación financiera. Entre otras opciones, Grifols trabaja en la venta de múltiples filiales, como el negocio en China o el área de diagnóstico, mientras que prosigue examinando la opción de ofrecer entrada en el capital a fondos de capital peligro.