María Vicente, una atleta catalana, sufrió un desgarrador incidente durante el Mundial de pentatlón en Glasgow. Mientras intentaba un salto, se encontró agarrándose el pie entre lágrimas, murmurando «A mí no, por favor». El intenso dolor que experimentó presagiaba lo peor. Poco después, los médicos confirmaron las malas noticias: Vicente se había roto completamente el tendón de Aquiles.
Después de este incidente, la atleta deberá someterse a una operación para reconstruir su tendón. Tras la cirugía, deberá emprender un periodo de rehabilitación antes de poder recuperar su ritmo anterior. No es la primera vez que un atleta de alto nivel sufre este tipo de lesión. Aquí algunos de los casos más conocidos.
Katarina Johnson-Thompson, atleta británica, era una de las grandes favoritas para ganar una medalla en el heptatlón femenino en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Sin embargo, durante la carrera de los 200 metros, su especialidad, se rompió el tendón de Aquiles. Johnson-Thompson, que había estado recuperándose de una lesión previa en la misma zona, se vio obligada a retirarse.
Otro caso es el de la belga Nafissatou Thiam. La doble campeona olímpica y mundial de heptatlón no pudo defender su título en el Mundial de Budapest de 2023 debido a una lesión en los tendones de Aquiles. Según un comunicado de sus mánagers, «La preparación de Nafi se vio perturbada por problemas en los tendones de Aquiles y, después de diferentes consultas con su equipo, decidió no arriesgarse a agravar el problema participando en Budapest».
Los deportistas de otros campos no son ajenos a este tipo de lesiones. En marzo de 2010, David Beckham, centrocampista inglés, tuvo que retirarse de un partido con el Milan tras romperse el tendón de Aquiles. Esta lesión le mantuvo fuera de juego durante lo que quedaba de la temporada del Mundial de Suráfrica que quería disputar con la selección de Inglaterra ese mismo año.
En el año 2013, con la camiseta de Los Angeles Lakers, Kobe Bryant protagonizó una de las muchas gestas heroicas que han alimentado la historia de su leyenda. Con el talón de Aquiles completamente roto, se levantó y lanzó dos tiros libres que anotó. Tardó 240 días en volver a desenvolverse en una pista de baloncesto y en su primera temporada tras la lesión solo pudo disputar seis partidos.
Kevin Durant, alero de los Warriors, sufrió una lesión similar en junio de 2019, durante las Finales NBA. La rotura del mismo tendón, de la pierna derecha, lo tuvo tendido en el suelo tras hacer un movimiento tratando de superar la defensa de Serge Ibaka. Después de 552 días de baja, Durant logró recuperar su mejor versión con los Brooklyn Nets.
Estos casos demuestran que las lesiones en el tendón de Aquiles son comunes en el mundo del deporte de alto nivel. La recuperación es posible pero requiere tiempo, un buen tratamiento médico y un programa de rehabilitación adecuado.
