«Soy supernegativo conmigo mismo, por eso este título es del que más orgulloso me siento»

El mundo del tenis ha presenciado una hazaña increíble en la reciente final de Madrid. Un joven de 26 años, Andrey Rublev, número 6 del mundo, ha logrado dar la vuelta a un set en contra y se ha coronado campeón frente a Felix Auger-Aliassime. Durante la final, que duró dos horas y 48 minutos, Rublev luchó no sólo contra su oponente, sino también contra su propio cuerpo, que estaba lleno de antibióticos y medicamentos.

El hecho de que Rublev haya podido jugar en absoluto es un testimonio de su increíble determinación y la atención médica que ha recibido. En una semana en la que apenas ha podido tragar, y con la sospecha de tener anginas, el ruso ha demostrado ser un verdadero guerrero. “El miedo es tu amigo”, dice el lema de su jersey negro, una afirmación que parece haberse convertido en su mantra.

Pero, ¿qué impulsó a Rublev a jugar a pesar de sus circunstancias adversas? Según él, hubiera intentado salir a la pista de todas formas. Comenzó la semana con una inflamación en el dedo del pie que le impedía incluso meterlo en el zapato. Los médicos, a quienes acredita por permitirle jugar, tuvieron que inyectarle anestesia para aliviar el dolor y la presión que estaba soportando.

Además de su problema en el pie, Rublev también tenía la garganta completamente cerrada, lo que le provocó dolores de cabeza y dificultades para tragar. Sin embargo, con una fuerte dosis de analgésicos, pudo seguir adelante y llegar a la final. A pesar de su condición, apenas entrenó y pasó la mayor parte del tiempo descansando.

Cuando se le preguntó si consideraba su victoria un alivio, un milagro o ambas cosas, Rublev respondió: “Sí, un milagro, un alivio. Todo”. Sorprendentemente, a pesar de su autoproclamada tendencia a ser supernegativo consigo mismo, afirmó que es el primer título del que se siente realmente orgulloso.

Rublev atribuye su éxito en la final a su capacidad para centrarse únicamente en el juego, a pesar de su enfermedad. Asegura que si hubiera permitido que su atención se desviase a otras cosas, no hubiera podido jugar en absoluto. Esto contrasta con un incidente anterior en Dubái, donde fue descalificado tras un encontronazo con un juez de línea. A pesar de su falta de energía en Madrid, Rublev estuvo centrado en una sola cosa: jugar al tenis.

La temporada de Rublev hasta la final de Madrid ha estado llena de altibajos. A pesar de empezar el año jugando muy bien, su rendimiento fue decayendo y llegó a perder cuatro primeras rondas consecutivas en Indian Wells, Miami, Montecarlo y Barcelona. Sin embargo, se mostró optimista y aseguró que, a medida que las derrotas se acumulaban, se preocupaba menos.

Tras ganar un título tan importante, Rublev considera que lo más difícil es mantener la regularidad y cumplir con las expectativas. Ser fuerte mentalmente, ir a entrenar todos los días, ser profesional y centrarse en mejorar es un desafío constante. A pesar de los desafíos, Rublev demuestra una determinación y un compromiso con su deporte que es verdaderamente admirable.

La historia de Rublev en la final de Madrid es un testimonio de su fortaleza, tanto física como mental. A pesar de las adversidades, ha demostrado que con determinación, concentración y un poco de ayuda médica, se pueden lograr cosas increíbles.