En medio de una convulsión geopolítica global debido a la guerra en Ucrania, España se está volcando hacia el otro lado del Atlántico, encontrando en Norteamérica y América Latina sus nuevos proveedores de petróleo de referencia. Según las cifras recientes, más de la mitad de todas las importaciones de crudo de España provienen ahora de estos continentes, marcando un cambio significativo en el panorama del comercio petrolero.
Según los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), América concentró más del 50% del crudo que llegó a la economía española en diciembre del año pasado y en enero de este año, respectivamente 55,4% y 52,6%. Este aumento de la importancia del continente americano como proveedor de crudo no es un fenómeno reciente; su participación en las importaciones de petróleo de España ha ido creciendo constantemente en los últimos años, pasando del 28% en 2021, al 37% en 2022 y más del 46% en el conjunto del año pasado.
Comenzando con 2024, las compras de crudo a los países de América del Norte han continuado aumentando, registrando un incremento del 51% en comparación con el mismo mes del año anterior. En el caso de las importaciones desde América Central y del Sur, estas se dispararon más de un 80% en enero.
En 2023, Estados Unidos se convirtió en el mayor proveedor de petróleo de España, desplazando a Nigeria después de cinco años de liderazgo. Sin embargo, los últimos meses han visto nuevos cambios en el ranking de países de origen de las importaciones de crudo. Brasil ha comenzado 2024 colocándose como el principal suministrador de petróleo de la economía española, representando el 16,3% de las importaciones, después de casi triplicar sus ventas. Le siguen México (+29%) y Estados Unidos (+52%), ambos con una cuota del 14,7% del total de compras.
Además, las empresas petroleras con presencia en España han elevado las compras procedentes de algunos países africanos, en particular Angola (casi +150%), Nigeria (+11%) y Argelia (+20%). En enero, África concentró más de un 35% de todas las compras de crudo.
Con la guerra en Ucrania y las sanciones económicas y comerciales contra Rusia impuestas por la Unión Europea, las compañías españolas comenzaron a reducir drásticamente su exposición al petróleo ruso. Las sanciones incluían un veto a las importaciones de petróleo procedentes de Rusia, aunque el gobierno de Vladimir Putin y las empresas energéticas rusas han buscado diferentes formas de eludir las sanciones a través de países intermediarios.
Después de aumentar las importaciones de crudo ruso un 162% durante 2021, hasta concentrar un 4,6% del suministro nacional total, las empresas españolas han cortado completamente el suministro procedente de Rusia durante casi dos años desde el comienzo de la invasión de Ucrania. Según las estadísticas de Cores, desde mayo de 2022, la llegada de crudo ruso al mercado español ha sido cero.
Este cambio en el panorama de proveedores de petróleo de España es una clara señal de cómo los eventos geopolíticos pueden tener un impacto significativo en el comercio global, y cómo los países y las empresas pueden adaptarse rápidamente a estos cambios. A medida que la situación en Ucrania continúa evolucionando, es probable que las tendencias en las importaciones de petróleo de España sigan cambiando.