Dos jubilados charlan en la calle, en una imagen de archivo

En el panorama laboral español, se está produciendo un cambio radical en cuanto a las tendencias de jubilación. A medida que los cambios normativos y las reformas legislativas entran en vigor, el número de españoles que optan por jubilarse antes de los 65 años está disminuyendo significativamente. La última reforma de las pensiones parece estar cumpliendo su objetivo de acercar la edad legal de jubilación a la edad real de jubilación. Según las estadísticas mensuales proporcionadas por la Seguridad Social, la proporción de trabajadores que se jubilan antes de los 65 años ha alcanzado mínimos históricos.

Reajustes en la edad de jubilación: una tendencia que se afianza

En lo que va de año, un total de 110.479 trabajadores se han jubilado en España. De este total, sólo un 30,5% tenían menos de 65 años en el momento de su jubilación. Este porcentaje ha disminuido notablemente en los últimos diez años, con una caída de 10 puntos en la proporción de trabajadores que se jubilan antes de cumplir los 65 años.

La actual edad legal de jubilación en España está establecida en 66 años y medio para aquellos trabajadores con menos de 38 años cotizados. Este límite se reduce a 65 años para aquellos con más tiempo cotizado. Esta normativa, establecida por la reforma de las pensiones liderada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011, ha contribuido a elevar la edad legal de retiro hasta los 67 años, un tope que se alcanzará en 2027, salvo cambios legislativos.

Mientras tanto, otros países europeos están siguiendo el ejemplo de España. El presidente francés, Emmanuel Macron, elevó la edad de jubilación a los 64 años el año pasado, buscando asegurar la sostenibilidad de sus sistemas públicos de pensiones. Este reto demográfico, impulsado por la jubilación de los ‘baby boomers’, representa un desafío significativo para los gobiernos europeos.

Para desincentivar la jubilación anticipada y alentar a los trabajadores a alargar sus trayectorias laborales, el Gobierno español implementó una serie de penalizaciones e incentivos durante la última legislatura. Los trabajadores que optan por jubilarse antes de tiempo enfrentan una penalización significativa en el importe de su pensión, mientras que aquellos que eligen trabajar más años disfrutan de un aumento en el importe de su pensión. Estos cambios han tenido un impacto notable, con una disminución significativa en la proporción de trabajadores que se jubilan antes de los 65 años, especialmente desde 2022, cuando entraron en vigor.

La actual ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, está negociando una serie de modificaciones legislativas adicionales, incluyendo la posibilidad de compaginar pensión y salario a través de la jubilación activa. Además, está considerando cambios para la jubilación en profesiones más desgastantes y que suponen un mayor coste para la Seguridad Social. Sin embargo, el impacto de estos cambios potenciales todavía no está claro, ni tampoco su posible efecto en la tendencia a la baja de la jubilación anticipada.

El próximo lunes, 10 de junio, se llevará a cabo una nueva reunión de diálogo social en la que el Gobierno espera avanzar en su acuerdo con los agentes sociales. Las negociaciones sobre el paquete actual de medidas se han prolongado durante seis meses, y se espera que estos esfuerzos resulten en una mayor sostenibilidad de las pensiones y una mayor coherencia entre la edad legal y la edad real de jubilación en España.

Por Daniel