El sesgo de género en la salud: ictus, infartos y migrañas dañan más a las mujeres que a los hombres

El sesgo de género en la medicina es una realidad que pone en peligro la salud de las mujeres. Médicas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona han destacado este problema en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el cual se celebra el 8 de marzo. Enfermedades como el ictus y el infarto son, a menudo, infradiagnosticadas en las mujeres, ya que tradicionalmente se han considerado afecciones más propias de los hombres, mientras que otras como la migraña, más prevalentes en las mujeres, reciben escasa investigación.

El ictus, por ejemplo, no afecta más a las mujeres, pero su presentación puede ser diferente y más difícil de diagnosticar en ellas, explica la neuróloga Marta Rubiera. De hecho, las mujeres suelen sufrir ictus a una edad más avanzada que los hombres, y esta enfermedad es la principal causa de mortalidad en ellas. A pesar de que la prevalencia es la misma en ambos sexos, las mujeres tienen una tasa de mortalidad más alta debido a que se detecta menos y porque son mayores cuando lo sufren.

Estudios han demostrado que las mujeres reciben menos tratamientos para disolver los trombos causados por el ictus y que los reciben más tarde. «Una mujer tiene un peor pronóstico con el mismo ictus y a la misma edad que un hombre», dice Rubiera, «esto se debe a las diferencias sociales. Las mujeres son más cuidadoras, se quejan menos y no alertan tan rápidamente, lo que puede empeorar el pronóstico».

En las mujeres jóvenes, el ictus a menudo pasa inadvertido debido a enfermedades denominadas «ictus mimic«, que imitan los síntomas del ictus y son más frecuentes en el colectivo femenino. «Por ejemplo, la migraña a veces imita los síntomas del ictus, como alteraciones en la vista o dificultades para hablar. Así, cuando la mujer va a las Urgencias, los médicos piensan antes en una migraña que en un ictus», explica la neuróloga.

En cuanto a los infartos, las mujeres también tienen más riesgo de morir. «Hace unos años hice un estudio con la Sociedad Española de Cardiología y vimos cómo la mortalidad por infarto se dobla en el caso de las mujeres. Ellas mueren en el 18% y ellos, en el 9%», apunta la cardióloga Antonia Sambola. Los investigadores descubrieron que el principal motivo no es la edad avanzada de las mujeres, sino que en ellas el dolor «se banaliza» y «no se tiene tan en cuenta».

«La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las mujeres, a pesar de que la población general y también muchos sanitarios creen que es el cáncer de mama. Cada año en España mueren unas 6.000 mujeres más que hombres por enfermedad cardiovascular, pero esta es una patología asociada solo al género masculino», advierte Sambola.

En el campo de la oncología, las mujeres sufren más «efectos adversos» por las quimioterapias: el 68% de ellas sufren síntomas secundarios, frente al 46% de ellos. «Esto ocurre porque en general, los ensayos clínicos incluyen a muchísimos más hombres que mujeres. Solo el 30% de las pacientes de los ensayos clínicos son mujeres, pero los resultados de los mismos se extrapolan a ellas», explica Sambola.

Finalmente, las migrañas afectan de manera desigual a ambos sexos: por cada tres mujeres, hay un hombre con esta patología. Además, los ataques en la mujer son «más intensos, más duraderos y más difíciles de tratar», como señala la neuróloga Patricia Pozo Rosich. «El estigma en la migraña es mayor que en otras enfermedades como la esquizofrenia. Es algo muy banalizado porque creen que es solo un síntoma, que no pasa nada», apunta.

La neuróloga explica que el dinero destinado al estudio de enfermedades como estas es «mucho menor». Uno de los retos es entender cuál es el impacto que juegan las hormonas en la regulación de enfermedades como la migraña. «No es fácil de investigar y recibimos muy poquitos fondos», concluye.