Rubén Sánchez, en el entrenamiento del martes del Espanyol en Sant Adrià.

El reciente y sorprendente triunfo del equipo de fútbol Espanyol en Eibar quedará grabado en los corazones de los fanáticos durante toda la temporada, especialmente si se logra el tan anhelado ascenso. En un sorprendente giro de eventos, los goles de Salvi y Lazo en dos minutos y 26 segundos durante el tiempo extra cambió el rumbo del partido a favor del Espanyol. Entre los jugadores que destacaron en ese emocionante encuentro estaba Gastón Valles, un atacante alto y desconocido hasta entonces para los seguidores, que había sido contratado por Fran Garagarza hace un mes.

Valles tuvo un estreno impresionante con el primer equipo, proporcionando una asistencia en el gol de la victoria que desató la euforia colectiva. Este reciente éxito llega en un momento en que el Espanyol no ha gastado ni un solo euro en el mercado de invierno. A pesar de las restricciones financieras, el director deportivo del club tenía objetivos claros. Sin embargo, Chen Yansheng, el propietario del club, decidió no abrir la billetera.

A pesar de los desafíos financieros, el club ha tenido que ser creativo para mantener su rendimiento. Con la falta de fondos para nuevos fichajes, la estrategia ha sido reinventarse y dirigir la mirada hacia la base. Garagarza ha hecho de la retención del talento local y el fortalecimiento de la cantera una prioridad. Un ejemplo de esto es la llegada de Gastón Valles, que se unió al club de forma gratuita en enero procedente del Vélez Málaga de la Segunda RFEF, donde había tenido dificultades para cobrar.

Aunque Valles tiene ficha del filial, Garagarza le prometió minutos en el primer equipo para facilitar su fichaje. De hecho, su inicio ha sido espectacular. Pocas horas después de participar en la victoria del equipo en Eibar, marcó uno de los tantos del filial ante la Peña Deportiva.

Este enfoque de apostar por gente con hambre y con futuro es parte de la visión de Garagarza para el club, que afronta una deuda neta de 67 millones de euros. El Espanyol mantiene su nombre e historia, pero las cifras financieras actuales no reflejan la supuesta superioridad del club en la categoría. Por ejemplo, el Espanyol se encuentra en el octavo puesto en el ránking del límite salarial de la Segunda División, por detrás de Elche, Valladolid, Eibar, Tenerife, Zaragoza, Oviedo y Leganés.

La realidad actual refleja un equipo que ha superado momentos difíciles y ha regresado a la zona de ascenso directo, algo que no ocurría desde la jornada 12. Los ajustes en el club incluyen una reestructuración de La21, con la creación de departamentos para la mejora individual del jugador, Big Data y psicología. Además, se han potenciado temas familiares y escolares que faciliten la adaptación de los jugadores.

Jugadores como Omar El Hilali y Jofre ya son titulares indiscutibles en un once con Javi Puado como estandarte de la base. Otras decisiones que refuerzan esta tendencia incluyen la contratación de Marc Jurado, la renovación de Omar Sadik y el retorno de Rubén Sánchez. También se ha fortalecido la defensa con Llorenç Serred, un prometedor portero del juvenil A con ofertas de Italia y otros filiales.

En este contexto, resulta crucial un plan de viabilidad para garantizar la supervivencia del club. Las malas ventas del pasado, como la de RDT, y las salidas sin beneficios como la de Joselu, han afectado las finanzas del Espanyol. Garagarza, que se considera más un gestor que un fichador, ha asumido la responsabilidad de esta transformación con el objetivo de dejar un legado. Si los resultados del primer equipo acompañan, todo será mucho más fácil.