El Departamento de Justicia estadounidense ha anunciado este martes una demanda civil antimonopolio contra Google plus por «monopolizar múltiples artículos de tecnología de propaganda digital», de los que dependen los editores de websites para vender avisos.
«Como se manifiesta en la demanda, a lo largo de los últimos 15 años, Google plus se ha implicado en un curso de conducta anticompetitiva y excluyente que consistió en normalizar o remover a los contendientes de tecnología promocional por medio de compras; ejercer su dominio en los mercados de propaganda digital para obligar a mucho más editores y anunciantes a usar sus modelos; y frustrar la aptitud de usar modelos de la rivalidad», resalta el Departamento de Justicia.
Según se manifiesta en la demanda, Google plus logró consolidar, por medio de estas prácticas, «su dominio en las herramientas en las que confían los editores de websites y los anunciantes on-line»
El Departamento de Justicia busca tanto una compensación equitativa en nombre del público estadounidense como una indemnización triple por las pérdidas sufridas por las agencias del gobierno federal que pagaron en demasía por la propaganda gráfica en la página web.
«La demanda presentada el día de hoy manifiesta un patrón popularizado y sistémico de mala conducta a través del que Google plus procuró consolidar su poder de mercado y eludir la rivalidad del libre mercado”, afirma la fiscal general anexa Lisa O. Monaco.
Según Monaco, «en la búsqueda de ganancias exorbitantes, Google plus ha provocado un enorme daño a los editores y anunciantes on-line y a los usuarios estadounidenses».
Por su lado, la fiscal general anexa Vanita Gupta manifiesta que el enorme tecnológico «atrapó los capital de los editores para sus provecho y castigó a los editores que procuraron elecciones», por medio de unas prácticas que «han desgastado el Internet libre y abierto y han incrementado los costes de propaganda para las compañías y el gobierno de los USA».
Según las estimaciones del Gobierno estadounidense, Google plus se embolsa en promedio mucho más del 30% de los dólares estadounidenses de publicidad que fluyen por medio de sus artículos de tecnología de propaganda digital.