Una sentencia europea consolida la protección del lobo

La Corte de Justicia de la Unión Europea reafirma la protección del lobo a nivel de la UE

En un importante paso hacia la protección de la fauna silvestre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido una sentencia que consolida la protección del lobo en toda la Unión Europea (UE). Esta sentencia, que surge como respuesta a un litigio en Austria, establece que los lobos solo pueden ser sacrificados en circunstancias específicas, tales como cuando un individuo causa daños graves, la población de lobos goza de un estado de conservación favorable y no hay ninguna otra solución satisfactoria.

El caso se originó cuando varias organizaciones de protección animal llevaron a los tribunales austríacos una decisión del Gobierno del Estado Federado del Tirol que autorizaba el sacrificio de un lobo que había matado alrededor de veinte corderos. La máxima instancia administrativa de la justicia comunitaria respondió a esta cuestión prejudicial, reiterando la protección rigurosa que la Directiva Hábitats otorga a los lobos y subrayando que, en principio, está prohibido cazarlos.

Excepciones a la regla y la posición del TJUE

En Austria, algunas regiones cuentan con excepciones a esta regla, lo que llevó al Tribunal Regional de lo Contencioso-Administrativo del Tirol a preguntar al Tribunal de Justicia Europeo sobre la validez de la prohibición de cazar lobos y, de ser adecuada, en qué circunstancias se podrían conceder excepciones.

El TJUE sostiene que la situación austriaca no socava la protección rigurosa de los lobos y recuerda que cuando Austria ingresó en la Unión Europea en 1995 no formuló ninguna reserva sobre dicha protección ni ha solicitado posteriormente que se rescinda.

En su sentencia, el TJUE también señala que la UE está «vinculada por el Convenio de Berna, que protege estrictamente a los lobos». El propio Gobierno de Austria ha reconocido que la población de lobos en ese país «no se encuentra en un estado de conservación favorable».

Según el TJUE, en caso de que debiera concederse una excepción a la prohibición de cazar lobos, para evitar daños graves, por ejemplo, a la ganadería, deben cumplirse ciertos requisitos. En primer lugar, la población de lobos debe encontrarse en un estado de conservación favorable, situación que no se da ni en la región del Tirol ni en el conjunto del país.

Además, subraya el TJUE, se debe poder atribuir los daños graves «al menos en gran medida» al ejemplar en cuestión y no imputarle los daños indirectos que no sean responsabilidad de ese único lobo, como aquellos que resulten de los abandonos de explotación y de la reducción del número total de animales de cría.

Por último, el TJUE señala que deberá comprobarse que «no haya ninguna otra solución satisfactoria», teniendo en cuenta las implicaciones económicas como la protección de los pastos alpinos u otras soluciones alternativas.

Este fallo del TJUE es un hito en la protección de los lobos en Europa y establece un riguroso marco legal para la gestión de los conflictos entre los lobos y la ganadería. Sin embargo, plantea la pregunta de cómo equilibrar de manera efectiva la protección de la fauna silvestre con las necesidades económicas y de subsistencia de las comunidades rurales. ¿Cuál sería la estrategia más efectiva para garantizar la convivencia sostenible entre los lobos y las actividades humanas en las zonas rurales de Europa?