El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha firmado un decreto que prohíbe el suministro de petróleo a los usuarios que se asocien a las medidas para limitar el valor del crudo ruso, como el máximo de 60 dólares americanos por barril fijado en el seno de la Unión Europea, que va a estar vigente entre el 1 de febrero y el 1 de julio de 2023, según la agencia rusa Tass.
«Está contraindicado el suministro de petróleo y artículos petrolíferos rusos a personas físicas y jurídicas extranjeras, siempre y cuando los contratos para estos abastecimientos prevean directa o de forma indirecta la utilización de un mecanismo de fijación de costes. La prohibición establecida se aplica en todas y cada una de las etapas de recursos al cliente final», recopila el decreto firmado por Putin y anunciado por Tass.
Aparte del petróleo, asimismo se prohíbe la venta de artículos petrolíferos que procedan de Rusia, si bien su entrada en vigor va a ser «desde la fecha cierta por el Gobierno de la Federación Rusa, pero no antes de la fecha de entrada en vigor de este decreto».
No obstante, el decreto reserva la oportunidad de que Putin deje el suministro de crudo ruso a cualquier país, con lo que su venta a los países que adopten un encuentre a su precio va a ser viable, si bien va a depender de la intención del presidente.