La factura de la luz se incrementa en marzo: el IVA pasa del 10% al 21%

No cabe duda de que el consumo de luz juega un papel crucial en la factura que cada cliente debe pagar. Sin embargo, no es el único factor que determina el costo final de la electricidad. De hecho, un porcentaje significativo de la factura se atribuye a impuestos y otras regulaciones.

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el Impuesto sobre la Electricidad (IEE) son dos de las principales tasas que influyen en el costo final de una factura de electricidad. A estos se suman los peajes, establecidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y otros gravámenes regulados por el Gobierno, que conforman la suma final que cada mes exige nuestra compañía de energía.

El IVA de la electricidad se ha mantenido en un mínimo del 5% hasta el final de 2023, y lo mismo ha sucedido con el Impuesto Especial Eléctrico, que se ha fijado en el 0.5%. Sin embargo, se espera que en 2024, estos impuestos aumenten. En 2024, el IVA para la luz se quedará en el 10%, siempre y cuando no se tenga contratada una potencia igual o superior a 10 kW.

El Impuesto a la Producción Eléctrica (IVPEE) es otra de las tasas que contribuyen al costo final de la factura de electricidad. Actualmente, este impuesto se sitúa en el 0%, pero se espera que aumente al 7% en el transcurso del año, en incrementos progresivos.

Aparte de los impuestos, existen peajes que también afectan al importe final de las facturas mensuales. Estos son costes regulados que se dividen en una parte fija, como la potencia contratada, y una parte variable. Entre ellos se incluyen la Tasa CNMC, la Retribución a la Actividad de Transporte y de Distribución, Incentivos a las renovables (que representan casi un 40% de los costes regulados), la Segunda parte del ciclo del combustible nuclear, el Déficit de tarifa y la Compensación para sistemas no peninsulares.

La factura se completa con pagos por capacidad, el servicio de interrumpibilidad, retribuciones al operador del sistema y del mercado, pérdidas de energía y el alquiler del contador eléctrico. Todos estos elementos, aunque a menudo pasan desapercibidos por el consumidor, tienen un impacto significativo en el precio final de la electricidad que pagamos cada mes.

A pesar de que el consumo de luz es un factor importante en el costo de la electricidad, estas tasas, impuestos y peajes demuestran que hay muchos otros factores que influyen en el precio final. La complejidad de la factura de electricidad hace que sea esencial para los consumidores entender todos los elementos que la componen, para poder tomar decisiones informadas sobre su uso de la energía y la elección de su proveedor.

En última instancia, el costo de la luz es un asunto que no solo afecta a nuestro bolsillo, sino también a la sostenibilidad de nuestro planeta. Por lo tanto, es fundamental estar informado sobre todos los aspectos que influyen en nuestra factura de electricidad.

Por Daniel