Nubes sobre el área de Barcelona

El pronóstico meteorológico para los próximos meses en Catalunya, proporcionado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), apunta a un escenario de contrastes. Por un lado, se espera que las temperaturas estén muy por encima de lo normal, continuando la tendencia de los últimos 12 meses. Sin embargo, la incertidumbre aún rodea las previsiones sobre las lluvias, con modelos que sugieren valores normales para la estación, pero sin concretar cuándo y cómo se producirán estas precipitaciones.

Ramon Pascual Berghaenel, delegado territorial de AEMET en Catalunya, reconoció que los pronósticos sobre lluvias aún son inciertos, añadiendo una nota de cautela a cualquier previsión. A pesar de los modelos climáticos, no hay garantía de lluvia a corto plazo, ni detalles sobre su posible efecto en los embalses catalanes, que están actualmente bajo mínimos.

Según Beatriz Téllez Jurado, jefa del área de climatología de AEMET Catalunya, las temperaturas parecen que van un mes adelantadas. Esto se evidencia en que los registros de enero, febrero y marzo han mostrado temperaturas típicas del mes siguiente. Anomalías térmicas de hasta dos y tres grados se han registrado en Catalunya durante el primer trimestre del año. Si esta tendencia continuara, los termómetros se mantendrían por encima de lo normal durante los próximos meses.

En cuanto a las lluvias, aunque la primavera suele ser una estación relativamente lluviosa en Catalunya, no está claro si este pronóstico se cumplirá al pie de la letra, dada la sequía que ha sufrido la región en los últimos tres años. Mientras que gran parte de la Península ha registrado lluvias copiosas en los últimos meses, Catalunya ha sido en gran medida ignorada por las borrascas, lo que ha llevado a los meteorólogos a ser cautelosos a la hora de hacer pronósticos sobre las lluvias en esta región.

La incertidumbre sobre las lluvias llega en un momento en que Catalunya ha registrado el mayor episodio de lluvias y nieve del último año. Estas precipitaciones han proporcionado un pequeño respiro a los embalses de la región, aumentando las reservas de agua hasta un 14,77% de su capacidad. Sin embargo, Berghaenel advierte que se necesitarían muchos episodios similares para alcanzar valores normales en los embalses.

A corto plazo, se espera que las temperaturas aumenten en las próximas semanas, lo que podría acelerar el deshielo de la poca nieve acumulada en los Pirineos. Aunque esto podría aumentar ligeramente las reservas de agua, es probable que sigan estando muy por debajo de lo normal. Los meteorólogos advierten que las altas temperaturas estivales podrían favorecer la evaporación del agua embalsada y agravar aún más la situación de sequía. Sin embargo, este escenario podría cambiar dependiendo de las lluvias que se produzcan durante la primavera.