Las elecciones que se desarrollan en esta ocasión definirán la composición del Parlamento Europeo para los próximos cinco años. Sin embargo, es imposible no ver estas elecciones también como un examen interno. Desde una perspectiva nacional, estas elecciones sirven para medir cómo resiste el PSOE de Pedro Sánchez, que se ha visto afectado por el caso Koldo y el imputación de la esposa del presidente del Gobierno. Pero también se pueden ver desde una perspectiva gallega como un tipo de reválida. PPdeG, BNG y PSdeG vuelven a medirse en las urnas casi cuatro meses después de las elecciones autonómicas, aunque no debemos olvidar que en las elecciones europeas la circunscripción es nacional: España elige a 61 de los 772 diputados de la Eurocámara.
El voto de los gallegos suele variar significativamente entre las elecciones autonómicas y las europeas. Estas últimas suelen estar más en línea con los resultados de las elecciones generales, aunque con una participación mucho menor. El 18 de febrero, el PPdeG volvió a arrasar en las elecciones al Parlamento de Galicia: ganaron su quinta mayoría absoluta, la primera con Alfonso Rueda al frente. El BNG aumentó considerablemente en votos, consolidándose como la segunda fuerza en O Hórreo. Aunque no se puede decir que su estrategia fracasó, el sabor agridulce en las filas nacionalistas fue evidente al no haber logrado desbancar al PPdeG de San Caetano. Esencialmente, porque el PSdeG cayó por debajo de su mínimo histórico y las izquierdas no pudieron sumar.
Escenario Europeo: Un Nuevo Juego
Pero el escenario europeo es diferente. En cuanto a la Comunidad Autónoma, el resultado de las anteriores elecciones para la Eurocámara, las de 2019, fue el siguiente: primero, el PSOE, con 511.246 votos (35.07%); segundo, el PP, con 434.337 votos (29,79%), y tercero Ahora Repúblicas, con 172.088 votos (11,8%), la confluencia del BNG con ERC y Bildu, aunque el Bloque relega las siglas de sus socios siempre a los márgenes y en letra pequeña.
Ahora, el PP de Alfonso Rueda espera que su autoridad en las urnas autonómicas se refleje en un buen resultado para su candidato a las europeas, Francisco Millán Mon. El viernes, en su cierre de campaña en La Coruña, pidieron el voto para garantizar que los intereses de Galicia se escuchen en Europa. Los gallegos, agregó Rueda, se juegan su pesca, su campo y sus infraestructuras: «Tenemos que responder el 9J con contundencia».
Los nacionalistas esperan que sus buenos resultados en las autonómicas contagien a las europeas, una cita que normalmente no es favorable para el BNG. Su candidata, Ana Miranda, ocupa el tercer lugar en la lista de Ahora Repúblicas y aspira a ganar un escaño a tiempo completo. Hasta ahora, el BNG compartía su escaño con Bildu: la coalición en 2019 logró tres escaños, pero Miranda era la quinta de la lista. Esperan que el viento a favor de BNG y Bildu compense el mal resultado que se espera de ERC.
Por su parte, los socialistas confían en que históricamente suelen obtener buenos resultados en las elecciones europeas. Y esperan aliviar, al menos en parte, el mal sabor de boca de las elecciones gallegas. En su cierre de campaña el viernes en Santiago, el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, y su candidato, Nicolás González Casares, presumieron de tener «el único proyecto galleguista y europeísta».