Por primera vez en 108 años, el Teide ha estado sin nieve todo el invierno

El invierno de 2023-2024 en la isla de Tenerife será recordado como uno de los más insólitos de la historia reciente. Por primera vez en 108 años, el Teide, la montaña más alta de España, no ha visto acumulación de nieve en su cumbre. Según datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este invierno ha sido el más cálido desde 1961, con una temperatura media de 17,7°C, 2,5°C por encima de la habitual.

El informe de Aemet describe este invierno como «muy cálido» en general, con áreas extensas calificadas como «extremadamente cálidas». En la provincia de Las Palmas, la temperatura media fue de 18,9°C, 2,4°C por encima de lo normal, mientras que en Santa Cruz de Tenerife se registró una media de 16,3°C, 2,6°C más alta de lo usual.

La ausencia de nieve en el Teide es un indicador del avance de la aridez en el archipiélago de las Canarias. Los expertos advierten que la falta de precipitaciones podría causar trastornos en la flora local, con una ausencia notable de floración en muchas especies.

En términos mensuales, diciembre registró una temperatura media de 17,2°C, 1,3°C más alta de lo normal, lo que lo convierte en el cuarto diciembre más cálido desde 1961. Enero y febrero, con una temperatura media de 17,9°C, 3,1°C y 3°C por encima de la normal respectivamente, se convirtieron en los más cálidos registrados.

La temperatura más alta del invierno se registró el 16 de enero en La Oliva, Fuerteventura, con un pico de 31,7°C. Mientras tanto, las temperaturas más bajas, de -3,8°C, se registraron los días 23 y 26 de diciembre en Las Cañadas del Teide, en Tenerife.

Respecto a las precipitaciones, este invierno ha sido calificado como «muy seco», el séptimo más seco desde 1961. Se registraron 36,6 mm de lluvia, lo que significa que ha llovido solo el 28% de lo esperado. En diciembre, se registró el 41% de las precipitaciones esperadas, mientras que en enero y febrero, las cifras fueron del 13% y 23% respectivamente.

Otro factor que ha caracterizado este invierno ha sido la constante presencia de polvo en suspensión, también conocido como calima. Durante este periodo, se registraron hasta seis días de calima intensa, superando la media de 4,2 días del periodo 1991-2022. De hecho, sólo hubo doce días en todo el invierno sin presencia de calima en las islas, lo que significa que el 85% de los días de diciembre, enero y febrero experimentaron polvo en suspensión.

Finalmente, también se ha registrado un aumento en la temperatura del mar en las Islas Canarias. Durante el invierno, el mar tuvo una temperatura media de 21,7°C, 1,6°C más alta de lo habitual. Este aumento de la temperatura del mar puede tener implicaciones significativas para la vida marina y los patrones climáticos en la región.

En conclusión, el invierno de 2023-2024 en las Islas Canarias ha sido excepcional en muchos aspectos, con temperaturas significativamente más altas de lo normal, una marcada falta de precipitaciones, y una constante presencia de calima. Este conjunto de condiciones anómalas se refleja en la notable ausencia de nieve en el Teide, un hecho que no se había producido en más de un siglo.