El jueves 4 de abril marcó un año desde que la rider catalana Núria Castán (Almoster, 1997) experimentó su segundo nacimiento. Un año antes, ella y otra competidora habían quedado sepultadas bajo un alud de 250 metros de longitud durante la preparación para la competencia femenina de freeride en las pistas de la localidad suiza de Verbier. “Era un miedo que siempre había tenido, y se hizo realidad”, admitió la rider.
Núria quedó sepultada durante aproximadamente 10 minutos boca abajo, tiempo que los servicios de emergencia tardaron en llegar. Aparte de la congelación en dos de sus dedos, sufrió intensas secuelas psicológicas que llevó consigo hasta el pasado 22 de marzo. En ese mismo lugar, se coronó subcampeona del mundo en el Freeride World Tour (FWT), convirtiéndose en la primera deportista española, tanto hombre como mujer, en conseguir dicha distinción. “He vencido a mis miedos”, declaró Castán.
Fue más de una década atrás cuando Núria comenzó a competir, pero esta temporada ha sido sin duda su temporada más especial. “Tras el accidente ni siquiera pensaba que volvería a competir, me costó tomar la decisión de volver, pero este año ha superado todas mis expectativas”, confesó la rider.
Por primera vez, Núria no buscaba un resultado al salir a la pista, su principal objetivo era recuperar la confianza y superar sus miedos. “Sólo quería recuperar la motivación intrínseca por lo que hacía”, afirmó la ‘rider’ tras obtener los mejores resultados de su carrera. Para superar y aceptar su trauma, Núria recurrió a la terapia psicológica, lo que la ayudó a no castigarse y a dejar de preguntarse por qué le había ocurrido a ella.
Otra parte del desafío que enfrentó este año fue volver al lugar donde ocurrió el accidente. “Sabía que si me clasificaba tendría que volver a Verbier y seguramente tendría que descender la misma pista en la que me atrapó el alud”, explicó Castán. Pero, logró hacer las paces con lo ocurrido y cerrar la herida.
Núria aprendió a esquiar con sus padres desde los 3 años y a los 8 se zambulló en el universo del ‘snowboard’. “Estar sobre la tabla es una terapia para mí. Siempre lo ha sido, sobre todo durante la adolescencia, cuando lo empleaba para evadirme de mis problemas”, aseguró Castán.
Al hablar de la disciplina en crecimiento, Núria afirmó: “He vivido el crecimiento de este deporte y me siento orgullosa de haber formado parte de su desarrollo”. Este año, la disciplina se ha integrado en la Real Federación Española de Deportes de Invierno (RFEDI), lo que permite a los deportistas tener una estructura de equipo como nunca antes.
A pesar de que los deportes de invierno aún no forman parte de la cultura popular deportiva en España, figuras como Núria están ayudando a que más personas conozcan la disciplina. Núria compagina profesionalmente sus dos pasiones, el ‘freeride’ y el diseño gráfico, y espera que las temporadas venideras le sigan permitiendo vivir triunfos que la inscriban para siempre en la historia del ‘freeride’.