La situación dentro de la RFEF (Real Federación Española de Fútbol) se ha vuelto cada vez más tensa, especialmente después del desafío presentado por el CSD (Consejo Superior de Deportes) contra Pedro Rocha, el único candidato a la presidencia de la Federación. Esta escalada de tensiones entre el Gobierno y Rocha ha alcanzado un nuevo nivel, con el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, destacando que la reputación y prestigio de España están en juego.
Uribes señaló que es impensable que el representante del fútbol español en competencias internacionales como la Eurocopa o los Juegos Olímpicos pueda ser una persona investigada en una causa penal. «No podemos permitirnos como país que esto suceda», afirmó Uribes después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) decidiera abrir un expediente disciplinario contra todos los miembros de la comisión gestora de la RFEF, incluido Pedro Rocha.
Rocha, expresidente de la Federación Extremeña, es el único candidato que ha sido proclamado válido por la comisión electoral de la RFEF, a pesar de la investigación en curso. Esto ha llevado al CSD a tomar medidas, analizando los escritos remitidos por la comisión gestora de la RFEF tras la decisión del TAD de incoar expediente a sus miembros.
Esta situación se discutió en una reunión entre la FIFA, la UEFA y la RFEF, con la FIFA y la UEFA coincidiendo con el CSD en que la situación que atraviesa la federación española de fútbol es «muy preocupante». Sin embargo, la RFEF busca resolver la crisis «sin injerencias del Gobierno».
En respuesta a la crisis, la FIFA y la UEFA han asegurado que seguirán «apoyando y colaborando con la Federación Española de Fútbol en este momento crítico», trabajando conjuntamente «en el mejor interés del fútbol español» y buscando «una solución para garantizar la elección oportuna de un nuevo presidente de la RFEF».
Una de las acciones tomadas por el TAD fue considerar que la comisión electoral de la RFEF no se ajustó a derecho al inadmitir un recurso de Miguel Galán, presidente de CENAFE, sobre la composición del censo electoral.
En medio de este caos, el Gobierno está explorando formas de inhabilitar a Rocha, quien actualmente no tiene ninguna relación con la RFEF, a pesar de haberse autoproclamado presidente. El CSD planea convocar a su comisión directiva la próxima semana para votar si suspende o no provisionalmente a Pedro Rocha y a la comisión gestora de la RFEF tras la falta muy grave incoada por el TAD.
El precedente en este caso proviene de Juan Padrón, antiguo aliado de Ángel María Villar, expresidente de la RFEF. Padrón fue suspendido en 2017 por la comisión directiva ‘ad cautelam’ (por precaución), a pesar de no ocupar ningún puesto en la RFEF.
Rocha, quien fue el único que presentó los 21 avales necesarios para presentarse a las elecciones a la presidencia de la RFEF, es el virtual ganador. Sin embargo, su declaración en la ‘Operación Brody’ ha levantado sospechas debido a la ambigüedad de sus respuestas. Para el CSD, esta situación de desgobierno e incertidumbre afecta directamente a la imagen del deporte español, y buscan poner solución lo antes posible para evitar dañar «el prestigio, la reputación y el buen nombre de España».