En los campamentos de refugiados establecidos hace casi medio siglo en el exilio de Tinduf, Argelia, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, ha reiterado su compromiso con la lucha por el retorno a su territorio. Este territorio, actualmente ocupado por Marruecos, era la quincuagésima tercera colonia de España hasta 1975.
El presidente Ghali se refirió a la reciente transformación en la postura del gobierno español sobre la independencia del Sáhara. «Tras la histórica revolución de la política española, las relaciones se han enfriado y seguirán así hasta que se rectifique», aseguró. Este cambio de postura se conoció en marzo de 2022 cuando el Reino de Marruecos publicó una carta firmada por el presidente español, Pedro Sánchez, reconociendo la soberanía marroquí sobre el territorio. Este cambio de rumbo fue inesperado tanto para el Parlamento español como para la RASD.
Este giro político desencadenó una crisis diplomática con Argelia, aliado histórico del Frente Polisario, y provocó una ruptura en las relaciones con la República Saharaui. En respuesta a este cambio, Argelia amenazó con retirar a su embajador en Madrid y romper relaciones comerciales con España.
En una conferencia de prensa, el presidente de la RASD afirmó que, a pesar del cambio en la política española con respecto al Sáhara Occidental, las relaciones de cooperación «con la sociedad civil continuarán». Desde que se supo que el presidente de la RASD estaba ingresado en un hospital de Logroño, las relaciones con Marruecos, Argelia y la República Saharaui han estado en constante crisis.
Cuando se le preguntó sobre los motivos de este cambio, Ghali indicó que «los españoles aún están intentando descubrir la razón del cambio de este gobierno. Se habla de Pegasus, de la primera dama… cuál es, no se sabe». Esto destaca la falta de una explicación clara para este cambio político.
Durante la conferencia de prensa, el presidente de la RASD defendió la posición del Frente Polisario para continuar con el objetivo de regresar a los territorios ocupados por Marruecos. Hace casi 50 años, miles de saharauis tuvieron que abandonar esta parte del territorio para exiliarse en el desierto de Tinduf, en Argelia. Después de medio siglo, la esperanza de regresar todavía persiste entre los más viejos. Sin embargo, los jóvenes, aunque defienden la causa saharaui, son más reacios a creer que regresarán a estos territorios.
«Estamos para construir un referéndum, pero Marruecos siempre ha puesto obstáculos. Nuestra voluntad con respecto a la comunidad internacional siempre ha estado ahí. Pero no estamos dispuestos a ceder nuestro territorio», declaró el presidente.
Finalmente, se mencionó el caso conocido como MoroccoGate en el Parlamento Europeo. Ghali acusó al reino alaui de actuar como un «lobbista» dentro de las instituciones europeas, demostrando una vez más las complejidades y tensiones políticas que rodean la lucha saharaui por la independencia.