No existe quien frene a la inflación subyacente. Tras marcar otro máximo en el mes de febrero, en el 5,6%, la tasa va a ser un quemacocos para las ‘palomas’ del Banco Central Europeo (BCE), que van a ver como la política combativa del organismo se prolonga. Todas y cada una de las previsiones señalan a que tras la confirmada subida de géneros de interés de 50 puntos básicos de marzo vienen mucho más levantas, al menos, hasta julio.
¿Por qué razón los datos de inflación subyacente aún no dieron señales de tocar techo? «Las compañías prosiguen incrementando poderosamente los costes para proteger los márgenes de beneficio«, argumentan en Pantheon Macroeconomics. «Las esperanzas de costos de venta en las investigaciones de coyuntura proponen que las compañías distan bastante de haber terminado de tener repercusión el incremento de los costos de los insumos y la energía a los usuarios», agregan en Danske Bank.
Por ende, todo apunta a que la tasa subyacente se sostendrá permanente en región de máximos. «La influencia de la energía y el incremento de los costos de las cadenas de suministro quedaron prácticamente atrás, pero las esperanzas de los costes de venta prosiguen siendo altas gracias a la creciente preocupación por los costos salariales a través de obra, singularmente en el campo servicios», comunican en AXA IM.
Con lo que una inflación subyacente persistentemente alta proseguirá siendo fundamento de preocupación para el BCE, lo que demandará que las clases de interés oficiales se contengan en territorio restrictivo a lo largo de mucho más tiempo. Según la hipótesis de Danske Bank, la inflación subyacente no se ubicará bajo el 4,5% hasta agosto.
Con este ámbito, «pensamos que los ‘halcones’ del BCE emplearán los último datos para soliciar al organismo que alargue su serie de subidas de géneros de 50 puntos básicos hasta el segundo período de tres meses«, dicen en Pantheon, que elevan su previsión para el incremento de géneros de mayo a 50 puntos básicos, en frente de los 25 precedentes. Exactamente la misma apuesta se reitera entre el resto de investigadores. Nomura espera que el género de depósito del BCE alcance el 4% en el mes de julio a través de una subida de 50 puntos básicos en el tercer mes del año y mayo, seguida de otra subida de 25 puntos básicos en el mes de junio y julio.
En Barclays, igual: «En este momento aguardamos que el BCE suba las clases en 50 puntos básicos tanto en el tercer mes del año como en el mes de mayo dada la aceleración de la inflación subyacente», y proyectan un cambio a la baja en el mes de junio, con una subida de 25 puntos básicos, que se va a repetir en el mes de julio, «para llevar la tasa de depósito terminal al 4%». Desde Oxford Economics apuntan que «la obstinación de la inflación subyacente y la resistencia del mercado de trabajo no solo sellarán probablemente el acuerdo para una subida de géneros de 50 puntos básicos en el tercer mes del año, sino asimismo allanarán el sendero para un endurecimiento análogo de la política monetaria en el segundo período de tres meses».
Y si la inflación sigue mucho más estable de lo pensado, existe el peligro de que el BCE suba mucho más las clases. Danske Bank opina que, en la asamblea de marzo, «semeja que la resolución va a ser simple», con una subida de géneros de 50 puntos básicos, «pero la indecisión sobre mayo es considerablemente mayor y es ahí donde aguardamos que se centren los debates clave». Auguran que la orientación va a ser que «en sepa de una optimización bastante en la activa de la inflación subyacente» el BCE va a subir los modelos en una intensidad afín a la de marzo. Calculan que el BCE sostendrá las clases en el nivel del 4% hasta principios del verano de 2024, «antes que empieze un período de recorte gradual».