Cierra la galería Marlborough, lo que arrastra a sus filiales en Madrid y Barcelona

El mundo del arte está siendo testigo de un acontecimiento que podría ser el preludio del fin de las galerías franquicia. Marlborough, uno de los principales conglomerados artísticos a nivel global, anunció recientemente su decisión de cerrar sus sedes en ciudades tan importantes como Nueva York, Londres, Madrid y Barcelona. Esta noticia, que ha sido confirmada por ‘The Art Newspaper’ y la dirección de la sede en la capital española, parece marcar un punto de inflexión después de casi 80 años de actividad.

A partir del próximo mes de junio, la firma, que se ha especializado en el arte de posguerra, dejará de organizar nuevas inauguraciones y de representar a artistas y propiedades en el mercado del arte primario. Esta decisión tendrá un impacto directo en el empleo de las 52 personas que trabajan actualmente en todo el mundo para el conglomerado, aunque algunos miembros del equipo tendrán que permanecer en la empresa durante un tiempo para garantizar la devolución de los envíos y la venta del inventario que la firma ha acumulado a lo largo de décadas. Se estima que este inventario puede superar las 15.000 obras de arte, con un valor aproximado en el mercado de unos 250 millones de dólares.

La galería Marlborough fue fundada en Londres en 1946 por Frank Lloyd, un inmigrante judío, y Harry Fischer, un comerciante austriaco de libros raros exiliado. Con el tiempo, se unió a ellos David Somerset, quien más tarde se convertiría en el duque de Beaufort. Gracias a los contactos de Lloyd, la galería consiguió rápidamente representar a muchos de los artistas más importantes de la posguerra del Reino Unido, entre ellos Francis Bacon, Henry Moore, Lucian Freud o Barbara Hepworth.

La firma decidió expandirse en 1963 y abrió sus puertas en Nueva York, donde se convirtió en un hogar habitual para muchos de los representantes del expresionismo abstracto, como Robert Motherwell, David Smith y Clyfford Still. También comenzó a gestionar el legado de otros artistas de renombre, como Jackson Pollock.

En España, Marlborough abrió sus puertas en 1992 en un edificio diseñado por el arquitecto neoyorquino Richard Gluckman. La inauguración de la galería fue celebrada con una exposición que mostraba los últimos diez años de trabajo de Francis Bacon, siendo esta la última exposición individual organizada durante la vida del artista. En 2006, la firma abrió una segunda sede en España, en Barcelona.

Tras un intento de cierre en 2020, la firma ha decidido finalmente cerrar todas sus subsedes. Esta decisión se produce después de un año de turbulencias económicas y la salida de dos grandes nombres de su nómina: Paula Rego y Frank Auerbach. La galería ha anunciado que todo su fondo se venderá en los próximos meses y una parte de los ingresos se destinará a instituciones sin fines de lucro que apoyan a los artistas.

El último gran cambio en la sede de Madrid tuvo lugar en 2022, cuando Tiago de Abreu Pinto fue nombrado director. A pesar de los esfuerzos por insuflar nueva vida al proyecto, con fichajes como el de la creadora brasileña Anna Bella Geiger, la noticia del cierre ha sorprendido a todos. Posiblemente, la inauguración hoy de Alfonso Albacete sea la última línea que la subsede firma en la capital.