El Acceso a la Vivienda en España: una Cuestión de Salud y Bienestar
En los últimos años, se ha observado un incremento exponencial en el precio de las viviendas en España, tanto en venta como en alquiler, una tendencia que continúa sin amainar. Este fenómeno ha provocado una creciente dificultad en el acceso a la vivienda, un problema que, por mucho que pasen los años, no deja de ser una realidad palpable. El coste del alquiler es uno de los factores que más dificultan este acceso, afectando tanto la salud como el bienestar de las personas.
En este contexto, ha surgido un fenómeno conocido como inquiokupación, una práctica que se ha vuelto cada vez más común debido a la crisis de la vivienda. La inquiokupación se da cuando los inquilinos de una vivienda de alquiler dejan de pagar la renta pero continúan ocupando la propiedad, lo cual conlleva graves consecuencias para los propietarios.
El Coste Humano de la Inquiokupación
Este es el caso de una familia de Cornellà de Llobregat, en Barcelona, que se ha visto severamente afectada por la inquiokupación. Jordi, el hijo de la familia, ha tenido que dejar su trabajo para cuidar de sus padres, dependiendo en gran medida de los ingresos del alquiler de un piso que tenían arrendado. Sin embargo, sus inquilinos dejaron de pagarles, aunque siguen viviendo en la propiedad.
Esta situación ha llevado a la familia a realizar un verdadero acto de malabares financieros para poder cubrir sus gastos. La presión económica ha aumentado debido a la falta de una resolución legal que permita la recuperación de la propiedad.
Además, la situación se complica aún más debido a que la madre de Jordi, que sufre de Alzhéimer, estaba en una residencia cuyo pago dependía de los ingresos del alquiler. Sin embargo, al no poder pagar las cuotas, la familia ha tenido que sacarla de la residencia y su cuidado ha recaído en Jordi. El padre de Jordi también es dependiente, lo que aumenta la carga sobre el joven.
Con 30 años, Jordi ha sido el pilar de la familia, haciendo frente a los gastos hasta que la situación se tornó insostenible. Los inquilinos llevan más de un año sin pagar la renta, acumulando una deuda de aproximadamente 9.000 euros.
La inquilina, que inicialmente alquiló una de las habitaciones del piso, tenía un segundo contrato de alquiler. Al principio, los pagos se realizaban sin problema, pero luego dejó de cumplir con sus obligaciones.
Hoy, la familia confía en que la justicia pueda brindarles una solución. Han presentado una demanda en un juzgado de Cornellà de desahucio por impago de las rentas debidas y esperan poder recuperar su vivienda.
Este caso pone en relieve la importancia de abordar el problema del acceso a la vivienda y su impacto en la salud y el bienestar de las personas. La vivienda no solo es un derecho fundamental, sino también un elemento esencial para garantizar una vida digna. La inseguridad habitacional genera estrés y ansiedad, y puede llevar a condiciones de salud más graves. Es por ello que es fundamental buscar soluciones a esta problemática y garantizar un acceso justo y equitativo a la vivienda en España.