El gigante farmacéutico Grifols ha experimentado un respiro en la Bolsa este viernes tras un desplome del 35% el día anterior. A pesar de la fuerte caída, la compañía ha registrado un aumento del 18,35% este viernes, recuperándose en cierta medida de la caída precedente. El repunte se produjo después de que la empresa disparara hasta un 20% en la apertura de la sesión, superando los nueve euros por título, tras un retraso en la cotización debido a una subasta de volatilidad.
Tras la caída, Grifols ha tomado medidas para intentar frenar el derramamiento en los mercados, enviando hasta tres hechos relevantes en cinco horas, lo que ha permitido mantener la cotización en alza durante toda la sesión, por encima del 15%. La empresa informó el viernes que la due diligence llevada a cabo por Haier concluyó con resultados satisfactorios, lo que acelera la venta de su filial en China. También proporcionó una aclaración sobre el pago de 266 millones a Scranton desde la matriz y una explicación del flujo de caja que se espera registrar en 2024.
La venta de la filial de Grifols en China, Shanghai Raas (SRAAS), al Haier Group por 1.800 millones (unos 1.628 millones de euros) ha sido percibida de manera muy positiva por el mercado, ya que ayudará a reducir la considerable deuda de 9.000 millones que el grupo mantiene. Grifols planea usar esos 1.600 millones, junto con lo obtenido de la venta de otros negocios, para repagar los bonos que vencen este año y facilitar un acuerdo de refinanciación con la banca.
El mercado experimentó dudas el jueves tras la presentación de los resultados de 2023 de Grifols. La compañía, que presentó cuentas no auditadas, aseguró que había recibido confirmación por escrito de KPMG de que se espera completar sus procedimientos internos y emitir su opinión de auditoría antes del 8 de marzo de 2024.
Jaime Costos, actual miembro del consejo de administración de Grifols, no firmó las cuentas anuales publicadas el jueves por la compañía debido a su ausencia por motivos personales en la reunión del consejo de administración. La empresa ha asegurado que Costos no ha manifestado ninguna disconformidad ni oposición a la documentación remitida.
Durante una conferencia con analistas, los comentarios del CFO de Grifols sobre las perspectivas de tesorería para 2024 fueron los que más confundieron al mercado. La empresa anunció que el flujo de caja libre en 2024 se situaría en torno al punto de equilibrio, dejando perplejos a los analistas. Grifols aclaró sus previsiones el viernes y señaló que tuvo un cash flow negativo de 189 millones en 2023 y espera un flujo positivo de apenas cinco millones en 2024.
Grifols también envió un comunicado a la CNMV para aclarar que el pago de 266 millones a Scranton no representó ningún tipo de movimiento de caja y que no se trataba de un dividendo. La empresa informó que BPC pagó esa cantidad a la patrimonial y los analistas han recibido este movimiento con dudas y cuestionando la credibilidad de la compañía.
Además, la compañía anunció que el presidente ejecutivo y CEO de Grifols, Thomas Glanzmann, se convertirá en presidente no ejecutivo de la empresa a partir de 2025. Glanzmann explicó que este cambio está en línea con las prácticas de buena gobernanza y aseguró que durante este año trabajará mano a mano con Nacho Abia, que asumirá el cargo de CEO de la empresa a partir del próximo 1 de abril. Como parte de los trabajos para mejorar la gobernanza de la empresa, Glanzmann prometió implementar mejoras relevantes siempre que sea necesario y simplificar estructuras para evitar transacciones con partes relacionadas.
