Unificación de la Celebración de la Semana Santa en la Cristiandad: ¿Un Cambio en 2025?
La Semana Santa, una de las celebraciones más significativas del cristianismo, podría enfrentarse a un cambio trascendental en los próximos años. Si fuéramos ortodoxos, hoy estaríamos en Domingo de Pasión. El que viene sería el de Ramos y el 5 de mayo el de la Resurrección. Los países del oriente europeo de esta obediencia utilizan el calendario gregoriano para el día a día, que es el nuestro, para la Pascua -excepto Finlandia y Estonia– siguen con el juliano revisado.
Lo que el Papa Francisco puso en marcha en 2015 fue un proceso de convergencia para que toda la cristiandad celebrara de manera común la Resurrección, lo que implicaría revisar la tradición de 1700 años de celebración movible de la Semana Santa. Este fue un tema que se pronunció durante el Concilio Vaticano II.
Obtener detalles más precisos sobre la reforma en Roma es complejo debido a las delicadas relaciones con los ortodoxos. El grupo de iglesias ortodoxas, llamadas «autocéfalas», son soberanas en sus decisiones, lo que añade una capa adicional de desafío a la propuesta. Sin embargo, si se logra llevar a cabo la revisión, lo que es una esperanza del Consejo Mundial de Iglesias, se anunciaría oficialmente en 2025, Año Santo, que es precisamente el último año en el que las dos pascuas coincidirían durante mucho tiempo.
Si este cambio se realiza, la fecha fija a partir de 2026 establecería que el Domingo de Ramos sería entre el 1 y el 6 de abril, el primer domingo del mes. La movilidad del calendario ha sido parte del rito de nuestra Semana Santa, pero no es algo esencial.
Mientras esperamos a ver si este cambio se producirá en el futuro, podemos mirar hacia los ortodoxos. Aunque ellos hoy están en las vísperas, quizás no las disfrutan de la misma manera que nosotros. La diversidad de prácticas y tradiciones dentro de la cristiandad es una de las cosas que la hacen tan rica y fascinante.
Este posible cambio en la celebración de la Semana Santa es un tema que se seguirá debatiendo y discutiendo en los próximos años. A medida que nos acercamos a 2025, el mundo cristiano estará pendiente de si este cambio histórico se llevará a cabo. Hasta entonces, la Semana Santa seguirá siendo una celebración de fe, de esperanza y de renacimiento, sin importar el día exacto en que caiga.