Muere el arquitecto Antonio Fernández Alba a los 96 años

El renombrado arquitecto salmantino Antonio Fernández Alba, cuyo trabajo ha modelado la arquitectura española en la segunda mitad del siglo XX, ha fallecido a la edad de 96 años. Fernández Alba ha dejado un legado duradero en la arquitectura y urbanismo españoles, siendo el primer arquitecto en ser admitido en la prestigiosa Real Academia Española.

Además, Fernández Alba fue galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura y el Premio Nacional de Restauración, y obtuvo la Medalla de Oro de Arquitectura del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. Su ciudad natal, Salamanca, también le otorgó la Medalla de Oro en reconocimiento a su contribución a la arquitectura y el diseño de la ciudad.

Fernández Alba dejó su huella en toda España a través de una variedad de proyectos importantes. Entre sus muchos trabajos destacan el diseño del Campus de la Universidad Jaime I de Castellón, el anfiteatro del Parque de las Naciones de Madrid, y el Centro de Investigaciones Biológicas de CSIC también en Madrid. También fue responsable de la creación de los Colegios de Nuestra Señora Santa María y de Monfort en Madrid; el Monasterio del Rollo, el convento de las Carmelitas Descalzas y el Colegio Mayor Hernán Cortés en Salamanca; el Tanatorio Municipal de la M-30 en Madrid y la Escuela de Arquitectura de Valladolid.

Fernández Alba también fue un experto en restauración, con numerosos proyectos exitosos a su nombre. Sus trabajos más notables en este campo incluyen la restauración del Convento del Rollo (1958-1962) en Salamanca, la del Observatorio Astronómico Nacional, la recuperación del antiguo Hospital San Carlos para su transformación en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1980-1986), y la restauración de la plaza Mayor de Salamanca (1983).

Nacido en 1927, Fernández Alba se graduó en 1957 en la Escuela de Arquitectura de Madrid y se doctoró en 1963. Fue miembro del grupo ‘El Paso’ y sus primeros trabajos estuvieron influenciados por las corrientes arquitectónicas organicistas de figuras como Frank Lloyd Wright y Alvar Aalto.

Pero Antonio Fernández Alba no sólo fue un arquitecto, también fue un reconocido intelectual. Es autor de libros como ‘Diseño, entre la teoría y la praxis‘, ‘La crisis de la arquitectura contemporánea en España‘, ‘Crónicas del espacio perdido‘, o ‘La ciudad herida‘. Sus publicaciones, al igual que sus diseños arquitectónicos, reflejan su comprensión profunda y reflexiva del espacio y la ciudad, y su compromiso con la creación de entornos construidos que sean a la vez prácticos y estéticamente atractivos.

Antonio Fernández Alba será recordado no sólo por su contribución a la arquitectura y el diseño, sino también por su influencia en el pensamiento y la teoría arquitectónicos. Su legado persistirá en las estructuras que diseñó y en las ideas que promovió, que continuarán influyendo en la arquitectura española en las generaciones venideras.