¿Y si vendemos la vivienda? Es el interrogante que varios de los que tienen contratada una hipoteca se hacen frente al repunte del euríbor y, por lo tanto, de las cuotas del préstamo variable. ¿Cuáles son las ocasiones en las que es conveniente vender una casa para llevar a cabo en frente de la hipoteca y de qué manera es el desarrollo caso de que sea preciso?
Con las previsiones apuntando a que el índice de referencia podría rondar el 4% e inclusive el 5% este año, los hipotecados tremen al realizar cálculos sobre cuánto puede encarecerse las cuotas de su producto. «Es mejor vender la vivienda antes que retrasarse en el pago, aseguran los especialistas del comparador financiero HelpMyCash que, no obstante, recomiendan que primero intente negociar con el banco.
«Se puede soliciar una moratoria, pedir que apliquen un periodo de tiempo de carencia o extender el período de devolución a fin de que la cuota resulte mucho más baja», aseguran. Si bien es verdad que la entidad no tiene la obligación de admitir ninguna de estas proposiciones, sí que probablemente halla casos en los que estén prestas a ayudar para eludir el impago de la hipoteca.
Hay que rememorar que hay un Código de Buenas Prácticas Bancarias, que fue actualizado en el mes de noviembre de 2022, consistente en un mecanismo al que los dueños tienen la posibilidad de asistir si su coyuntura económica les impide abonar el préstamo. Para acogerse deben cumplirse una sucesión de requisitos concretos, como que la vivienda en cuestión sea la frecuente o que los capital salvajes cada un año de la unidad familiar no superen un límite preciso (25.200 euros para familias atacables y 29.400 para familias de clase media).
Si ninguno de estos mecanismos marcha y al hipotecado no le queda mucho más antídoto que decantarse por la venta de la vivienda, el trámite frecuente es anular la hipoteca con el dinero de la venta. Para realizarlo es bastante con entrar en contacto con un agente inmobiliario y también comenzar la venta de la propiedad tal y como si se tratara de un inmueble libre de cargas, si bien con ciertas diferencias.
«Es primordial hacer llegar al profesional inmobiliario los plazos. Si, por poner un ejemplo, la hipoteca se mira en seis meses y el dueño sabe que no va a poder asumir la novedosa cuota, recomendamos entablar un período máximo de 2 o tres meses para conseguir un cliente, ya que este último precisará tiempo para hallar su hipoteca», comentan desde el comparador, donde insisten en la relevancia de valorar apropiadamente la vivienda y desarrollar un plan de precio correcta.
Además de esto, en el momento en que está un cliente y algunas semanas antes de la firma de la escritura, el dueño debe entrar en contacto con su banco para comunicar que va a vender la propiedad y soliciar un certificado de deuda pendiente a la fecha de firma sosprechada. Después, el cliente va a llevar 2 talones cada día de la firma: uno para el banco con el saldo pendiente de la hipoteca y otro para el vendedor con el sobrante. Más tarde, el dueño debe llevar a cabo la cancelación registral de la hipoteca, o sea, alzar la carga que pesa sobre la vivienda en el Registro de la Propiedad.
«Recomendamos a los comerciantes que comiencen los trámites de cancelación registral de la hipoteca con un administrador sin dependencia y algunas semanas antes de la firma. En caso contrario, va a ser el banco del cliente quien se encargue de los trámites y sus honorarios son bastante mucho más altos, con lo que encarecen los costos de la venta, que fluctúan entre el 5% y el 15% del precio de venta, introduciendo la comisión inmobiliaria y los impuestos», informan.
LAS SUBROGACIONES SUPERARÁN EL 50% ESTE AÑO
La inclinación la alza del euríbor, al lado del bulto de medidas del Gobierno que suprimen las comisiones sobre subrogaciones, impulsará las operaciones para mudar la hipoteca de entidad financiera. De esta forma lo creen en la interfaz Trioteca, donde prevén que las operaciones mudar de entidad y progresar las condiciones de la hipoteca superarán el 50% de las hipotecas firmadas en 2023.
«Anteriormente se pensaba que firmar una hipoteca representaba casarse con la entidad por 30 años. Esto afortunadamente cambió en España y el hipotecado comienza a comprender que es viable y está en su derecho a mudar de entidad financiera», apunta su director ejecutivo, Ricard Garriga, que valora «de manera efectiva las medidas del Gobierno que suprimen el cobro de la tasa para mudar de entidad financiera».