Los usuarios británicos van a pagar 500 libras auxiliares en sus facturas cada un año de energía doméstica desde abril, más allá de que la Oficina para Mercados de Gas y Electricidad de Reino Unido (Ofgem, por su acrónimo en inglés) ha achicado la cantidad que los distribuidores tienen la posibilidad de cobrar en prácticamente 1.000.
Específicamente, el máximo en la energía se pondrá en hasta las 3.280 libras desde abril, lo que piensa un 23,3% menos frente al máximo predeterminado hoy día. No obstante, si se equipara con abril del año pasado, el valor es un 66,4% superior al límite de entonces.
Además de esto, hay que tener en consideración que asimismo desde abril la garantía de precio de energía del Gobierno (EPG) fija su límite en las 3.000 libras.
El asesor encargado de Ofgem, Jonathan Brearley, ha reconocido que, «a pesar de que los costos mayoristas han caído, el valor encuentre aún no ha caído bajo el nivel planeado de la EPG. Esto quiere decir que, con la política de hoy, las facturas volverán a subir en el mes de abril«.
No obstante, ve «señales positivas de que el límite de costes va a caer de nuevo en el verano, lo que podría lograr que las facturas sean de manera significativa mucho más bajas». Eso sí, «no es muy probable que los costos vuelvan a caer al nivel previo a la crisis energética», ha matizado.