El Libro Beige de la Reserva Federal afirma que, desde la publicación del último informe el mes pasado, se causó un descenso en «los costes de ciertos artículos básicos, incluyendo la madera y el acero», al paso que «los costos de los alimentos aumentaron aún mucho más o se sostuvieron superiores en ciertos distritos».
Sobre los costos minoristas, resalta que padecieron «presiones a la baja«, primordialmente por la creciente búsqueda de promociones por la parte de los usuarios.
«Aún de esta forma, el ritmo de incremento de costes se desaceleró de manera equilibrada, reflejando una combinación de novedades en las cadenas de suministro y el debilitamiento de la demanda», resalta el Libro.
El desarrollo de los alquileres de casas empezó a moderarse en ciertos distritos, y los costos de las casas nacieron menos de forma rápida o redujeron completamente en la mitad de una demanda enclenque.
En lo relativo a la actividad económica, destaca que «se sostuvo permanente o aumentó levemente desde el informe previo«, ya que la inflación y la subida de géneros de interés siguieron ejercitando como frenos al desarrollo de la economía estadounidense.
La inflación empujó a los usuarios de capital bajos o moderados a reemplazar poco a poco más los modelos que mayores incrementos vivieron en sus costos por otros recursos de menor precio.
Las ventas de vehículos redujeron levemente en promedio, pero las ventas aumentaron de manera significativa en ciertos distritos en contestación a mayores inventarios.
Mientras que, el empleo medró modestamente en la mayor parte de los distritos, pero 2 distritos reportaron un nivel chato y la demanda laboral se desgastó generalmente. Los sueldos aumentaron a un ritmo moderado en promedio, pero ciertos distritos vivieron por lo menos alguna relajación de las presiones salariales.