La sentencia a Trump por los pagos ocultos a 'Stormy Daniels' se aplaza a septiembre mientras el juez considera la inmunidad presidencial

En un reciente desarrollo que ha sacudido el mundo político de los Estados Unidos, la Corte Suprema ha otorgado al expresidente Donald Trump una inmunidad casi absoluta por sus acciones en el ejercicio de su cargo de presidente. Esta decisión histórica ya está causando ondas en los casos penales pendientes contra Trump.

El martes, el juez de Nueva York, Juan Merchan, aplazó hasta septiembre el anuncio de una sentencia por el veredicto de culpabilidad por 34 cargos relacionados con el fraude. Esto fue un día después del fallo de la Corte Suprema, evidenciando el impacto inmediato del fallo en los casos legales pendientes contra Trump.

Trump estaba programado para ser sentenciado el 11 de julio en Nueva York, tras haber sido hallado culpable de pagarle a la actriz porno Stormy Daniels 130.000 dólares para mantener en secreto una aventura sexual. Este veredicto, que habría sido la primera condena penal para un expresidente, iba a ser anunciado días antes del congreso del Partido Republicano, que se realizará este año en la ciudad de Milwaukee.

El fallo del Supremo y su repercusión

El lunes, el Supremo falló que la inmunidad de un presidente en ejercicio del cargo es «absoluta» cuando ejerce sus derechos. En este caso, se refiere al derecho a la libre expresión o el derecho a valerse del ministerio público para abrir investigaciones. Según el magistrado John Roberts, presidente del tribunal, la naturaleza del poder presidencial requiere que un expresidente tenga alguna inmunidad frente a la persecución penal por actos oficiales durante su mandato.

Este fallo tiene implicaciones significativas para los casos pendientes de Trump, incluyendo posibles recursos al veredicto de culpabilidad de Nueva York. Desde que dejó el cargo, el expresidente se ha enfrentado a 81 cargos penales. Los casos que han llegado al Supremo incluyen las falsas denuncias de fraude y la insurrección de 2021, el intento de revertir el resultado de las elecciones en el estado de Georgia, que ganó Biden, y la sustracción de documentos clasificados de la Casa Blanca al dejarla en enero de 2021.

El caso de la insurrección también juzga si Trump abusó de su poder al ordenar investigaciones sobre las falsas denuncias de fraude electoral. Según el Supremo, no importa si las investigaciones solicitadas se basaban en acusaciones falsas o tienen un propósito ilícito. «El presidente no puede ser procesado por conducta dentro de su autoridad constitucional exclusiva», afirmaron los magistrados.

A pesar de la inmunidad casi absoluta otorgada a Trump, queda un resquicio mínimo para juzgarlo. La opción de la Fiscalía es encausar al expresidente por las repetidas presiones a su vicepresidente, Mike Pence, para que rechazara certificar el resultado de las elecciones de 2020 en una sesión especial del Capitolio el 6 de enero de 2021. Esta cuestión de qué se juzga, y cómo, recae ahora sobre la jueza del Tribunal de Distrito de Washington Tanya Chutkan.

El aplazamiento fija la sentencia del caso de Nueva York para el 18 de septiembre como fecha más temprana. Horas después de que se emitiera el fallo, el abogado de Trump solicitó que el juez Merchan anulara el veredicto de culpabilidad del jurado y retrasara la sentencia para considerar cómo el fallo de la Corte Suprema podría afectar al caso. Los fiscales de Manhattan habían puesto «énfasis altamente perjudicial en la evidencia de actos oficiales del presidente», incluyendo las publicaciones en redes sociales de Trump y el testimonio de testigos sobre reuniones en la Oficina Oval. Sin embargo, indicaron que no se opondrían a aplazar la sentencia por dos semanas mientras el juez considera el asunto.