Personal científico del IGME, UAM y UA en Torre de Cerrillos, Roquetas del Mar (Almería).

El cambio climático amenaza el patrimonio histórico-artístico español

El patrimonio histórico-artístico español, reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, está en peligro ante los fenómenos extremos relacionados con el cambio climático. Según el proyecto RESCUhE del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), varios sitios históricos están en riesgo debido a las amenazas climáticas extremas.

RESCUhE, que comenzó en 2021, se centra en la vulnerabilidad de edificios históricos y en la predicción de su evolución futura en función de diferentes escenarios climáticos. Aunque las rocas pueden parecer duras y resistentes, son en realidad muy sensibles a ciertos procesos ambientales. RESCUhE evalúa los parámetros climáticos que afectan a su durabilidad, incluyendo un aspecto novedoso: la dirección de los agentes erosivos como el viento y la lluvia.

Los efectos del cambio climático en el patrimonio histórico-artístico

Estos factores son potencialmente muy destructivos para la conservación del patrimonio. Dado que el cambio climático está intensificando la frecuencia e intensidad de los eventos hidrometeorológicos extremos, las amenazas al patrimonio están aumentando. La variabilidad geográfica del deterioro también es una preocupación, ya que los efectos del cambio climático y los eventos extremos afectarán a diferentes regiones de diferentes maneras.

Un buen ejemplo es el efecto del hielo en las rocas. El hielo puede cristalizar en grietas y fisuras de las rocas, causando daños significativos mediante el ‘efecto cuña’ o crioclastia. Los modelos climáticos predicen que los días de riesgo de daño por heladas disminuirán en gran parte del país, pero aumentarán en ciudades Patrimonio de la Humanidad como León, Salamanca o Granada y en ciudades con patrimonio muy valioso, como la Seu de Urgell o Pamplona.

Además, las oscilaciones térmicas de alto rango (con diferencias de más de 20°C entre la temperatura máxima y mínima diaria) pueden ser muy perjudiciales para los materiales de construcciones históricas, especialmente si están en contacto con metales o contienen sales en su sistema poroso.

El patrimonio español en riesgo

Según el estudio, las ciudades Patrimonio de la Humanidad que verán un incremento en el número de días de alta oscilación térmica son Girona, León, Cuenca, Jaca, Granada, Sevilla, Pamplona, Salamanca, Soria, Valencia y Zamora.

Otro impacto es el de las lluvias torrenciales acompañadas de viento, que pueden ser muy agresivas. Se prevé que estos temporales se intensificarán en las provincias más áridas del sureste peninsular (Alicante, Murcia, Almería). Por el contrario, áreas del Mediterráneo que han estado más afectadas por estas tormentas verán disminuido su riesgo en las próximas décadas.

La parte climatológica del proyecto, a cargo de la Universidad de Valladolid, analiza series climáticas de 60 estaciones meteorológicas distribuidas por todo el país. Medir el impacto en el patrimonio artístico es una tarea compleja, ya que el deterioro y la erosión suelen ser de menos de un milímetro al año y se debe comprobar ‘in situ’ en los monumentos.

Para obtener datos fiables, el personal del IGME ha instalado seis estaciones de exposición directa en las que se han colocado rocas expuestas a diferentes orientaciones. Luego, miden con una tecnología innovadora basada en un micro-TAC cómo impacta la exposición al cabo de un año.

¿Cómo podemos aumentar la resiliencia de nuestro patrimonio histórico-artístico frente al cambio climático, y qué medidas preventivas pueden ayudar a mitigar estos riesgos?