En la última jornada del campeonato, los espectadores de Son Moix presenciaron un emocionante duelo de fútbol, donde el único tanto de Aurélien Tchouameni sello la victoria para el equipo del Real Madrid, dirigido por Carlo Ancelotti. Este triunfo no solo les otorgó tres puntos vitales, sino que también reafirmó su posición en la cima de la Liga.
La rotación del equipo por parte de Ancelotti de cara al próximo encuentro de Champions fue un movimiento táctico que demostró ser acertado. El deslumbrante juego de Luka Modric y el mejor Tchouameni de la temporada, junto a un Brahim Díaz que, a pesar de desperdiciar dos claras oportunidades de gol, contribuyeron al resultado positivo. Sin embargo, cabe destacar la ausencia de Tchouameni en el próximo partido en el Etihad debido a acumulación de tarjetas.
El partido comenzó con una formación del Madrid orientada hacia el próximo encuentro en Manchester. Jugadores como Modric, Joselu, Brahim, Nacho, Lucas Vázquez, y Tchouameni formaron parte del once inicial, mientras que otros como Vinicius Jr., Rodrygo, Toni Kroos, Dani Carvajal y Eduardo Camavinga quedaron fuera. Jude Bellingham, en un intento de Ancelotti por instaurarle confianza, también tuvo su oportunidad.
Por otro lado, el equipo local, dirigido por Javier Aguirre, también presentó caras nuevas debido al cansancio acumulado tras el último partido. Entre los cambios, se destacó el regreso de Predrag Rajkovic en la portería, y la inclusión de Maffeo y Nastasic en defensa, así como Morlanes y Antonio Sánchez en el mediocampo, y Muriqi en la delantera.
El partido se mantuvo cerrado durante la primera mitad, con un Mallorca necesitado de puntos para evitar el descenso y un Madrid pensando en su próximo compromiso. El equipo de Aguirre se centró en perseguir a los blancos por el campo y evitar que estos encararan a sus defensores.
La primera mitad del partido estuvo marcada por la falta de ocasiones de gol y una ovación a Abdón Prats en el minuto 9, con miles de caretas del delantero repartidas entre los espectadores.
La oportunidad de gol más clara de la primera mitad llegó de cabeza por parte de Raillo, pero fue detenida por Andriy Lunin, portero del Madrid.
La respuesta del Madrid llegó en la segunda mitad, con un disparo de Bellingham que golpeó el larguero y despertó a los blancos. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, la primera mitad concluyó sin goles.
La segunda mitad del partido trajo consigo un aumento en la intensidad del Madrid. A los 48 minutos, un latigazo de Tchouameni desde 30 metros, que rozó en un jugador rival, terminó en la red del equipo local, adelantando así a los de Ancelotti.
A partir de ahí, el Mallorca se vio obligado a proponer, recurriendo a un fútbol directo que fue fácilmente defendido por los jugadores del Madrid. Destacaron las intervenciones de Rajkovic, que detuvo varios disparos de Brahim Díaz, y los cambios realizados por ambos equipos, con la entrada de jugadores como Abdón, Darder, Vinicius y Camavinga.
La entrada de Vinicius Jr. revitalizó al Madrid y generó inquietud en el Mallorca, que necesitaba irse al ataque pero no podía descuidar su defensa. El brasileño protagonizó varias jugadas que casi resultan en gol, dando más vértigo al partido.
El defensa Raíllo volvió a destacar al salvar un gol casi cantado de Fede Valverde, tras un desborde de Vinicius. El partido finalizó con una victoria mínima para el Madrid, que a pesar de sufrir más de lo esperado, logró salir victorioso de Son Moix.