La Microbiota: El Nuevo Órgano y la Esperanza de la Medicina Moderna
En la era de la información, simplemente teclear la palabra ‘microbiota‘ en internet abre la puerta a una gran cantidad de estudios científicos recientes que exploran la relación entre los millones de microorganismos que conviven con nosotros y su impacto en la lucha contra enfermedades como el cáncer, Alzheimer, Parkinson y la diabetes. Estos microorganismos, que incluyen bacterias, virus y hongos, han pasado de ser considerados villanos a ser reconocidos como una de las grandes esperanzas de la medicina moderna, ya que podrían estar relacionados con hasta el 95% de las patologías.
Este cambio de perspectiva se debe en gran medida a la revolución tecnológica, que ha permitido explorar en profundidad el universo microbiano y descubrir la importancia de la microbiota -anteriormente llamada flora– en la salud y su participación en una multitud de procesos. De hecho, los gastroenterólogos ya se refieren a la microbiota como el ‘nuevo órgano’.
El Auge de la Investigación sobre la Microbiota
El interés en este campo ha llevado a una explosión de estudios. Si en 2012 se publicaron apenas 2.000 estudios en este campo, en 2023 se han publicado 21.600 investigaciones. Sin embargo, según Andreu Prados, farmacéutico y dietista, todavía estamos «en la punta del iceberg«, ya que lo que no se sabe sobre la microbiota supera a lo que se sabe.
Este creciente esfuerzo por entender estos millones de ‘bichitos‘ buenos y su relación con las enfermedades es comparable con la masiva inversión que la ciencia está realizando para detener el envejecimiento, a través de la llamada industria de la longevidad.
Comprender la Función de los Microorganismos en Nuestro Cuerpo
Se estima que hay alrededor de 100 billones de microorganismos viviendo en simbiosis con el cuerpo humano, la mayoría de ellos bacterias. La mayoría habitan en el tracto gastrointestinal, pero también los encontramos en la piel, la cavidad oral y nasofaríngea, el tracto genitourinario, la leche materna y el tracto respiratorio.
Estos microorganismos son en su mayoría beneficiosos. Por ejemplo, los que viven en el intestino ayudan a hacer la digestión y a metabolizar algunos nutrientes, como la fibra. También están involucrados en la síntesis de algunas vitaminas. Además, juegan un papel crucial en el sistema inmunológico, ayudándolo a reconocer y actuar contra los patógenos perjudiciales.
Se ha descubierto que estos microorganismos se conectan con el cerebro a través del llamado nervio vago, que regula funciones involuntarias del cuerpo como la frecuencia cardíaca, la respiración y el estrés. Por lo tanto, pueden intervenir en múltiples funciones del organismo y participar en la síntesis de muchas sustancias necesarias.
Impacto de la Alteración de la Microbiota
El problema surge cuando la microbiota se altera y se desequilibra, algo que está ocurriendo con más frecuencia debido a la dieta insana, el sedentarismo, la falta de sueño, el estrés y el uso de fármacos. Estas alteraciones se vinculan a problemas de salud, aunque todavía se desconoce si las enfermedades alteran la microbiota o viceversa.
«Hay posibilidad de que la microbiota esté relacionada con el 95% de las patologías, pero no sabemos si son la causa o la consecuencia», apunta Javier Santos, jefe clínico de gastroenterología del Vall d’Hebrón y miembro de CIBERehd.
Avances en la Investigación
A pesar de las incertidumbres, ya se han hecho descubrimientos significativos. Por ejemplo, se ha identificado a un grupo de bacterias relacionadas con la aparición del Parkinson. Otro conjunto de microorganismos tiene un papel en la diabetes o el peso corporal. En cuanto al cáncer de colon, se han hecho avances prometedores en torno a la posibilidad de que ciertos microbios puedan predecir el riesgo de una manera más precisa.
De hecho, ya se están practicando trasplantes de microbiota de pacientes sanos a enfermos en algunas situaciones y se recomienda la ingesta de probióticos, alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos, para combatir ciertas enfermedades, especialmente diarreas y otros problemas gastrointestinales.
Los Retos Pendientes
A pesar de los avances, todavía «queda mucho camino por recorrer«, advierte Miodrag Borges. Aún no se ha definido con precisión qué constituye una microbiota ‘sana’, y no se han descubierto todas las especies. Además, más de la mitad de los microorganismos descubiertos no se han podido cultivar en el laboratorio, y todavía no se entiende completamente la relación entre los microorganismos de distintas familias.
Ante estos desafíos, se está llevando a cabo una especie de Arca de Noé científica, en la que se conservan muestras de todos los microorganismos descubiertos en el laboratorio. Esto se hace con la vista puesta en el futuro, en caso de que, debido a nuestro ritmo de vida actual o a algún tipo de cataclismo, estos microorganismos desaparezcan y sean necesarios en el futuro.