El Col·legi de Geòlegs i Geòlogues de Catalunya (Colgeocat) ha emitido una advertencia contundente respecto a la situación actual de los caudales fluviales en Cataluña, especialmente en el contexto de las grandes lluvias e inundaciones que han azotado la región. La institución señala que estos fenómenos naturales se ven agravados por un urbanismo desaforado que no deja espacio adecuado para la laminación de las avenidas. Además, se destaca la falta de espacio para la infiltración en el subsuelo y una ocupación intensiva de los espacios fluviales.
La relación entre urbanismo y fenómenos hídricos
El crecimiento urbano desmedido ha llevado a una pérdida significativa de áreas verdes y zonas de amortiguamiento natural. Estas áreas son cruciales para absorber el exceso de agua durante las lluvias torrenciales. Sin ellas, el agua de lluvia no tiene adónde ir, lo que resulta en inundaciones más frecuentes y severas. Además, los espacios fluviales, que deberían actuar como corredores naturales para el agua, están siendo ocupados por construcciones que no solo obstaculizan el flujo natural del agua, sino que también ponen en riesgo a las comunidades humanas.
El desarrollo urbano en zonas inundables es un problema crítico. Según el Instituto Nacional de Estadística, la población en áreas con riesgo de inundaciones ha crecido, lo que incrementa la vulnerabilidad de miles de personas. Los expertos en geología y urbanismo insisten en que es fundamental revisar las políticas de planificación urbana y adaptarlas a las realidades del cambio climático.
Un aspecto preocupante es la falta de infraestructura adecuada para manejar las crecientes demandas de drenaje urbano. En muchas ciudades, los sistemas de drenaje están obsoletos y no fueron diseñados para soportar el volumen de agua que enfrentan hoy en día. Esto, combinado con calles y espacios pavimentados, impide la absorción natural del agua de lluvia, exacerbando las condiciones de inundación.
Los geólogos catalanes advierten que si no se toman medidas urgentes, la situación podría empeorar. Proponen una serie de soluciones que incluyen el rediseño de las ciudades para incluir más zonas verdes, la restauración de ríos y la implementación de sistemas de drenaje sostenibles. Estos sistemas podrían incluir pavimentos permeables y techos verdes, que permiten una mejor gestión del agua de lluvia.
El cambio climático también juega un papel crítico en este escenario. Se espera que los eventos meteorológicos extremos, como lluvias intensas, sean más frecuentes y severos. Esto significa que las ciudades deben prepararse no solo para manejar los caudales actuales, sino también para los que se prevén en el futuro.
El Colgeocat enfatiza la importancia de la educación y concienciación de la población sobre los riesgos de vivir en áreas propensas a inundaciones. Una mejor comprensión de las dinámicas fluviales y del impacto del urbanismo en estas, podría llevar a una mayor presión ciudadana para que se implementen cambios significativos en la gestión urbana.
La situación en Cataluña es un reflejo de un problema global. Muchas otras regiones del mundo están experimentando desafíos similares, donde el crecimiento urbano no se alinea con las prácticas sostenibles. Los expertos insisten en que la cooperación entre gobiernos, comunidades científicas y ciudadanos es esencial para desarrollar e implementar soluciones efectivas.
En conclusión, el Col·legi de Geòlegs i Geòlogues de Catalunya hace un llamado a la acción. Es crucial que los responsables de la planificación urbana consideren la geología y el comportamiento de los ríos en sus decisiones. Las medidas que se tomen hoy determinarán la capacidad de las ciudades para enfrentar las inundaciones futuras. Fuente de información: El Periódico