Router con cables ethernet en una red informática.

El continente digital de España se encuentra en una fase de transición decisiva, preparándose para decir adiós a la era de la tecnología ADSL y para dar la bienvenida a una nueva era de redes de altas prestaciones. Según fuentes de Telefónica, una de las compañías de telecomunicaciones líderes del país, el proceso de apagado del cobre, que comenzó hace varios años, llegará a su fin el próximo 19 de abril.

El cierre de la red de cobre viene a coincidir con el centenario de Telefónica, marcando el fin de una era y el comienzo de otra más avanzada tecnológicamente. La nueva red, que se espera que proporcione servicios de alta calidad, también promete reducir el impacto ambiental de la red fija en un 94%. Telefónica ha confirmado que se han tomado medidas para garantizar que no dejarán a nadie sin servicio a partir de dicha fecha.

Sin embargo, a pesar de la inminente despedida del ADSL, en España aún existen numerosas líneas de ADSL operativas. A lo largo de los años, ha habido un decremento constante y evidente en el número total de centrales de cobre repartidas por el país.

Según los datos más recientes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con fecha de diciembre de 2023, aún quedan 486.000 accesos al servicio ADSL en España. Esto representa un 42% menos que en 2022 y se espera que este número disminuya aún más con el apagado del cobre.

Mientras tanto, la fibra sigue avanzando con paso firme y expansivo por todo el país. Al cierre de 2023, ya se había instalado en 14,8 millones de hogares, y de estos, el 36% estaban operados por Movistar, una subsidiaria de Telefónica, según datos de la CNMC.

En total, el incremento interanual de las líneas de fibra fue de 1,1 millones, abarcando ahora el 85% del mercado en España. Este cambio en el panorama de las telecomunicaciones refleja la evolución constante hacia tecnologías más rápidas y eficientes.

La desaparición del cobre y la expansión de la fibra son indicativos de un cambio profundo en el panorama de las telecomunicaciones en España. A medida que el país se aleja de la tecnología ADSL, se hace cada vez más evidente que la era de la fibra ha llegado para quedarse.

El apagado del cobre no sólo representa el final de la tecnología ADSL, sino también el inicio de una nueva era de redes de altas prestaciones. Las promesas de una red más rápida, más eficiente y más respetuosa con el medio ambiente marcan un hito en el desarrollo de las telecomunicaciones en España.

Con este cambio, Telefónica y otras compañías de telecomunicaciones están redefiniendo la forma en que los españoles se conectan y se comunican. Las implicaciones de este cambio se extienden más allá de la simple velocidad de conexión a Internet y tendrán un impacto significativo en la vida diaria de los españoles.

La desaparición del cobre y la expansión de la fibra son claros indicativos de que España está lista para dar un paso adelante en su infraestructura digital. Como país, está avanzando hacia una era de conectividad más rápida y eficiente, donde la fibra será la norma y el cobre será una cosa del pasado.